Vallas en la puerta de la sede de avenida Mitre. La cortina baja para controlar el ingreso. Socios y socias que tenían vedado el acceso. Las distintas facciones de la barra –que está partida en tres– cruzándose mensajes en redes sociales. Banderas con mensajes explícitos. Y una marea roja que reclamaba “elecciones ya”.

El combo que hace meses amenazaba con explotar, finalmente explotó ayer por la noche, luego de que el presidente Hugo Moyano y su círculo íntimo se fuera custodiado del club tras la asamblea convocada para tratar el presupuesto del período julio 2022-junio 2023. Una decena de hinchas se enfrentó con la policía, que reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos. Hubo heridos de los dos lados y también detenidos. El centro de Avellaneda se convirtió, por momentos, en una escena de guerra, con escombros y piedras por todos lados.   

  

Postales. La asamblea de socios y socias de Independiente sintetizó la enorme crisis institucional que vive el club, cuyas elecciones siguen sin fecha a siete meses de que la Justicia las suspendiera. 

Una imagen servía para ilustrar este contexto: arriba de un escenario, el presidente Hugo Moyano y su mano derecha, Héctor “Yoyo” Maldonado (solo cuatro de 28 miembros de la CD estuvieron presentes en la asamblea); abajo, un montón de sillas vacías y apenas un puñado de personas; afuera de la sede, miles de personas que protestaban y exigían la normalización del proceso electoral.

Luego de que la Sala III de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora revocó el fallo de primera instancia y habilitó la presentación de la lista que encabeza el conductor televisivo Fabián Doman, el clima político volvió a entrar en estado de ebullición. “No habíamos presentado mal los papeles. Nos habían prohibido”, tuiteó Doman. “Estos tipos se juntan y algunos no son hinchas de Independiente. Incluso, utilizan barrabravas de otros clubes. Son el macrismo y servicios de la AFI que se quieren instalar en Independiente”, declaró esta semana Moyano en alusión a ese sector.

A esa intensidad se le sumó el flojo presente deportivo, con la renuncia de Eduardo Domínguez al cargo de entrenador luego de la derrota en el clásico ante Racing. Todo ese combo queda explicitado con cantos desde las cuatro tribunas en los partidos en el Libertadores de América, y con aprietes de distintos grupos que intentan que el descontento quede oculto, o al menos relegado.

Ayer también se conoció un comunicado que intenta darle algo de previsibilidad a este escenario complejo: la Agrupación Independiente, parte del oficialismo, anunció que “las máximas autoridades de Independiente nos hicieron saber su voluntad de normalizar el proceso electoral, con lo cual no harán uso del derecho que les asiste de apelar la sentencia”. Moyano se debatía entre darles curso a las elecciones o apelar el fallo judicial para que se traslade a la Corte Suprema bonaerense, algo que podría dilatar una solución electoral al menos por otros seis meses. Nadie, ni en el oficialismo ni en la oposición, parece estar a gusto con eso, aunque tampoco nadie descartaba que sucediera.

Luego del fallo a favor de Doman, la Agrupación Independiente convocó a una reunión en la que una mayoría manifestó su postura de no apelar para que se termine el proceso electoral ya arrancado. En ese encuentro, Yoyo Maldonado –quien preside el club en los hechos– dijo que la postura del gobierno del club era apelar. La tensión entre las partes creció con el correr de los días hasta que anoche todo explotó: a las imágenes de guerra en Avellaneda se le sumaba la salida custodiada del presidente, mientras Doman salía en canales de televisión para insistir con que se convoque a elecciones de manera urgente: “Moyano tiene de rehén al club”, dijo. 

El comunicado llevó algo de certidumbre en la previa de una asamblea caliente. Lo que no se sabe es si la consecuencia de un acuerdo, si es una estrategia de un sector para despegarse de Moyano y compañía, o si se envió para enfriar la asamblea en el gimnasio de la sede. Ese último intento, sin  dudas, no resultó.

La Aprevide suspendió el partido de hoy

La Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (APREVIDE) resolvió anoche la suspensión del partido que hoy tenían programado los equipos de Independiente y Atlético Tucumán, a raíz de los violentos episodios que se registraron en la marcha de hinchas del club de Avellaneda a la sede mientras se desarrollaba la asamblea para tratar el presupuesto 2022-2023.

“El partido entre Independiente-Atlético Tucumán queda suspendido, a raíz de los incidentes que se generaron en la sede del club”, le comunicó a PERFIL y todos los medios el área de prensa del organismo de seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que el jueves había anticipado que le aplicaría el derecho de admisión en los estadios de fútbol a quienes protagonizaran disturbios e incidentes en las afueras del club durante la realización de la asamblea de socios y socias.

En medio del presente crítico, el equipo buscaba conseguir un triunfo que le diera algo de oxígeno ante Atlético Tucumán, en Avellaneda. Todo indicaba que los hinchas iban a expresarse contra la dirigencia como lo hicieron anoche en la sede. El equipo llegaba a ese compromiso luego de perder ante Defensa y Justicia y acumular cinco encuentros sin triunfos, de los cuales cuatro fueron derrotas.

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