“No será un Mundial para hinchas”. Hansi Flick, entrenador de Alemania, amplifica un reclamo acumulado durante años, que empezó con las condiciones laborales de los trabajadores que construyeron estadios, autopistas y la imponente infraestructura de Qatar, pero que con el tiempo corrió su foco hacia las violaciones de derechos humanos, los derechos de mujeres y homosexuales, las libertades cercenadas y lo altamente costoso que será llegar y permanecer en el país organizador.

El Mundial está a la vuelta de la esquina. Faltan exactamente tres meses para lo que esperamos cuatro años. Y en esa cercanía, los distintos protagonistas –además de entrar en el último tramo de la preparación– empiezan a interesarse sobre el contexto en el que se desarrollará. No es lo mismo que una organización visibilice algunas cuestiones que preocupan, que que lo haga el técnico de una de las selecciones más poderosas del mundo. Alguna vez lo estableció Sócrates, aquel crack rebelde y consciente de la selección brasileña y la Democracia Corinthiana: la trascendencia política y comunicacional de los futbolistas tiene un alcance muchas veces inimaginable. 

“Tengo muchos conocidos a los que les encantaría volar a Qatar, pero se abstienen de hacerlo por muchas razones. Porque no pueden permitirse precios exorbitantes, porque la situación es inaceptable para los homosexuales, porque hay violaciones de los derechos humanos, porque las minorías están marginadas”, declaró Flick en el medio RND. Sus palabras no tardaron en llegar a los cinco continentes. 

Tarjetas y canutos. Será un Mundial exclusivo en muchos aspectos, pero en Argentina, probablemente el costo en dólares –con una cotización que oscila entre los 250 y los 295 pesos– termine de convencer a muchas personas de esperar otra ocasión para cumplir el sueño de ver a la Selección en este tipo de eventos. 

También es cierto que quien tiene un ahorro en la moneda estadounidense, puede intentar concretar la aventura de acompañar a la Scaloneta, un equipo que por lo hecho en la Copa América 2021 y las Eliminatorias generó una adhesión popular impensada después de lo que fue la anunciada eliminación de Rusia 2018. 

Podría sintetizarse así: el dólar ahuyenta, pero la Scaloneta convoca. Y mientras el entrenador define los últimos apellidos de la lista de 26 futbolistas que viajarán al país asiático, los precios suben: si en junio Aerolíneas Argentinas ofrecía pasajes que rondaban los 700 mil pesos ida y vuelta, ahora ya superan el millón de pesos. Lo más barato se consigue por la empresa Iberia: la salida el domingo 20 de noviembre y la vuelta el domingo 4 de diciembre –para estar en 

Qatar durante las dos semanas iniciales de la fase de grupos– ayer costaba 724.168 pesos por la aerolínea española. Con vuelos, estadía, gastos y el valor de las entradas, diferentes agencias de turismo estiman, en un cálculo conservador, que la travesía en Qatar costará a partir de cinco mil dólares.       

Probablemente Flick no conozca los vaivenes y la fragilidad de la economía argentina de los últimos años, aunque sabe que el mundo en general vive una crisis como consecuencia de la pandemia y de la guerra en Ucrania. “Es una pena que éste no sea un Mundial para los hinchas. El fútbol debería ser para todos. Por eso digo que no es un Mundial para un fan normal”, dijo el seleccionador alemán.

En el portal creado por el Comité Organizador del Mundial de Qatar 2022, el hospedaje más barato cuesta 102 dólares: es una habitación con dos camas individuales en un condominio en los suburbios de la ciudad de Al Wakrah, una de las sedes del certamen. Si bien, como aseguró el técnico alemán, será un Mundial para pocos, hay un aspecto que permitirá reducir costos: todos los estadios se encuentran en un perímetro de 70 kilómetros, algo inusual y muy distinto a lo que sucedió, por ejemplo, en Rusia, el país más extenso del mundo. Aquella vez, los argentinos y las argentinas que estaban en Moscú y en las otras ciudades rusas, se enteraban por sus teléfonos cómo el dólar se disparaba y sus estadías cambiaban el costo de un día para el otro. Nadie descarta que algo parecido pueda suceder cuatro años después.

Entre 35 y 40 mil argentinos viajarán a Qatar

R.P.

En una entrevista que le concedió a la agencia pública Télam, el embajador argentino en Qatar, Guillermo Nicolás, estimó que entre 35 mil y 40 mil compatriotas llegarán al país árabe por el Mundial y les recomendó “respetar la cultura” islámica para evitar comportamientos que puedan “incomodar” y derivar en “penalidades”.

El funcionario sugirió la utilización de “vestimenta conservadora”, recordó que “el consumo del alcohol no es parte de la cultura qatarí” y avisó que “la homosexualidad es un delito” en el emirato, por lo que desaconsejó “toda manifestación pública de conductas que se aparten de nociones tradicionales heterosexuales”. Del mismo modo, el diplomático alertó que el uso de drogas prevé “penas altísimas, incluso cárcel y deportación”, sin distinción entre la figura de tráfico o consumo personal.

Nicolás destacó la condición “amable y hospitalaria” de los qataríes, pero insistió en la necesidad de acatar las normas previstas en la sharía, el sistema legal islámico.

El embajador informó que los argentinos que viajen a Qatar “no necesitan visa” de ingreso y se comprometió a brindar un “operativo consular de presencia permanente” durante el certamen.

También te puede interesar