La casa más cara del mundo lleva el nombre de Antilia, como una mítica isla que daría nombre a las Antillas en el Caribe, y mide más de 37.000 metros cuadrados. Tiene 27 pisos -aunque la altura es equivalente a 60 por el alto de los techos– y uno de ellos cuenta con una habitación muy especial: arroja bolas de nieve las 24 horas.