La diócesis de Avellaneda-Lanús está más cerca de contar con la beatificación del obispo Eduardo Francisco Pironio, quien se desempeñó como administrador apostólico de la institución en 1968 y 1969, ya que la Junta Médica del Vaticano declaró que el supuesto milagro que le atribuyen “supera la ciencia médica”.

El hecho investigado es el relacionado a la historia de un nene de 15 meses, llamado Juan Manuel Franco, que tragó y aspiró purpurina el viernes 1 de diciembre de 2006 en Mar del Plata, situación que puso en gran riesgo su vida, de tal forma que cayó en coma.

Así lo informó la entidad eclesiástica que engloba a ambos partidos a través de su cuenta de la red social Facebook donde afirmaron sentir “alegría por el avance de la causa de beatificación del cardenal”.

El delegado episcopal para las Causas de los Santos, monseñor Santiago Olivera, tras comunicarse con Silvia Correale, asesora episcopal en los procesos de beatificación y canonización, subrayó que “pasar la Junta Médica es muy importante e ilusiona para los pasos que vienen. Ahora, seguramente después del verano europeo, pasará primero a la Comisión de Teólogos y, posteriormente, a la ordinaria de cardenales. Si todo va bien, Dios quiera, el año que viene el cardenal podría ser beatificado”.

Asimismo, mencionó que “todos los pasos son importantes, y el más importante es la firma del Papa reconociendo el milagro. En todas las causas de milagros, pasar la Junta es el más esperado, importante y difícil. Superada esa instancia, es más lógico que los teólogos y los cardenales aprueben el proceso”, agregó.

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En busca del milagro

Juan Manuel aspiró y tragó purpurina, por lo que fue trasladado a la Clínica 25 de Mayo de la ciudad costera, donde quedó internado en terapia intensiva y en coma inducido con asistencia respiratoria. Los primeros análisis de sangre arrojaron la presencia de restos de cobre, zinc y plomo en su organismo.

Su médico Marcelo Sigismondi les compartió a Laura y Mariano, los padres del pequeño, que no había antecedentes de supervivencia ante este tipo de intoxicación y les transmitió una frase tajante: “Ustedes si saben rezar, recen”.

Los padres participaron de la Marcha de la Esperanza, que fue creada por Pironio y que tiene entre sus paradas la parroquia del Materno Infantil. Allí se encontraron con un padre que les entregó una estampa del religioso.

Sentados en la sala de espera del hospital, a la mañana del día siguiente leyeron la biografía de Pironio y empezaron a rezar. En paralelo, un grupo de familiares llevó una muestra de sangre al Hospital de Niños de La Plata para analizar los metales que tenía. Y, en base a eso, determinar qué tratamiento necesitaría.

A las pocas horas, el panorama comenzó a mejorar. Arrojó que el niño no tenía elementos tóxicos en sangre. El progreso fue día tras día: lo sacaron del coma, se despertó y comenzó a comer. Recibió el alta el 13 de diciembre sin secuelas.

Quién fue Eduardo Pironio

Nacido Eduardo Francisco Pironio en la bonaerense Nueve de Julio, el 3 de diciembre de 1920 fue el sexto cardenal argentino y el primer latinoamericano que desempeñó un cargo en la Curia Romana donde fue trasladado por Pablo VI en 1975 para alejarlo de las amenzas de muerte que recibió durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón.

De gran capacidad teológica, fue autor de las cuatro ramas de la teología de la liberación: Teología de la Liberación desde la Praxis Pastoral. Considerado ‘papable’ en más de una ocasión el ahora santo obispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero lo consideró junto a Aloísio Lorscheider, Sergio Méndez Arceo, Hélder Câmara, Leonidas Proaño, y Paulo Evaristo Arns como uno de “padres de la Iglesia latinoamericana”.

Falleció en el Vaticano el 5 de febrero de 1998.