El conservador Mariano Rajoy fue destituido como presidente del Gobierno de España por una moción de censura que convirtió en jefe del Ejecutivo al socialista Pedro Sánchez.
El líder del Partido Socialista (PSOE) obtuvo los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados para ponerse al frente del Ejecutivo, con los votos a favor de partidos como el izquierdista Podemos, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y los independentistas catalanes Esquerra Republicana y Partido Demócrata Europeo Catalán.
En total, sumó los votos a favor de 179 diputados de los 350 que tiene la Cámara. Hubo 169 votos en contra, entre ellos los del Partido Popular (PP) de Rajoy y los del liberal Ciudadanos, y una abstención.
Con la votación pone fin a una semana de infarto en España. El PSOE presentó la moción el pasado viernes a raíz de la sentencia judicial de uno de los casos de corrupción más importantes de las últimas décadas en el país, que salpicó al PP.
Si bien al principio parecía que tenía pocas opciones de prosperar, con el paso de los días los socialistas fueron ganando apoyos. La llave la tuvo en el último momento el PNV, que decidió votar a favor.
“Aceptaré como demócrata el resultado de la votación pero no puedo compartir lo que se ha hecho”, dijo hoy Rajoy, de 63 años, minutos antes de ser destitudio en la Cámara baja española.
Tras seis años en el Gobierno (uno y medio en minoría), el líder conservador felicitó a Sánchez y deseó suerte a los diputados.
“Ha sido un honor haber sido presidente del Gobierno de España y dejar una España mejor de la que encontré. Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día, se lo deseo por el bien de España”, dijo.
El éxito de la moción de censura del PSOE, la primera que prospera en la democracia española, abre un escenario nuevo en el país con algunas incógnitas todavía en el aire.
Previsiblemente Sánchez, de 46 años, tomará posesión de su cargo en los próximos días y nombrará un nuevo Ejecutivo que podría gobernar en minoría, con solo 84 diputados de los 350 que tiene el Congreso.
En el horizonte hay unas elecciones generales que el líder socialista se comprometió a convocar pero que todavía no tienen fecha.
España ha vivido días turbulentos e inciertos después de meses con el foco puesto en la región de Cataluña, donde el proceso independentista mantiene en vilo a la región. Éste es precisamente uno de los retos a los que tendrá que enfrentarse el nuevo Ejecutivo.
La posible caída del Gobierno central provocó un terremoto en los mercados financieros a principios de la semana y agregó incertidumbre a la situación en Europa, en vilo ya por la crisis en Italia.