Lanús recibió un terrible cachetazo en su casa y delante de su gente. Por la séptima fecha de la Superliga cayó 5 a 1 frente a River con los goles de Ignacio Scocco, Matias Ibañez (e/c), Luciano Lollo, Nicolas De la Cruz y Exequiel Palacios. La ventaja parcial para el Granate la había convertido Leandro Maciel.

El partido tuvo dos encuentros en uno. El primer tiempo fue parejo, con situaciones para ambos lados y con un equipo local que marcó ordenadamente, creó ocasiones de peligro y hasta se dio el lujo de convertirle un gol al imbatible Franco Armani.

La primera mitad terminó igualada 1 a 1 y dejó buenas sensaciones en todos los hinchas locales. Porque vieron un equipo activo, con entrega y jugandole de igual a igual a los suplentes de River, que todos sabemos que pueden ser titulares en cualquier equipo del futbol argentino.

Pero en el segundo tiempo pasó todo lo contrario. Lanús entró dormido, inconexo y sin reacción. Mientras que el equipo de Gallardo demostró todo lo contrario. Generó situaciones, ajustó las marcas, golpeó en los momentos claves y se terminó quedando con el partido con total autoridad.

El presente de Lanús cada día preocupa mas a su gente. Ni si quiera el banderazo realizado el Martes pasado pudo levantar el animo de un plantel que ganó solo 2 partidos de los últimos 30 que disputó. El equipo no engrana y los resultados no llegan. La semana que viene en Tucuman tendrá una parada bravísima contra el equipo de Zielinski. Pero no deberá perder la fe, porque como viene la mano, es lo único que abunda en esta parte del sur del Gran Buenos Aires.

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