El funcionario señaló que eso fue “literalmente un robo” de una “parte significativa” de las reservas rusas como parte de una “acción hostil sin precedentes” de Occidente contra Rusia. Ante eso, señaló, la empresa Grazprom podría suspender sus suministros de gas a otros clientes europeos si estos persisten en no cumplir con la nueva normativa de pago antes de la fecha de vencimiento de los contratos.
Mecanismo
En efecto, los desembolsos realizados en euros o en dólares quedan inmovilizados en bancos europeos, por lo que el dinero no llega nunca a Rusia. Al imponer el pago en rublos, el Kremlin pretende obligar a los compradores a abrir cuentas en entidades rusas y, de ese modo, permitir que el Banco Central se haga con las divisas que ingresan a cambio de la moneda local en la que se realizan los pagos.
Para Peskov, no se trata de ningún “chantaje”, como denunciaron la UE, Bulgaria y Polonia. “Rusia fue siempre un proveedor confiable de recursos energéticos”, pero “las condiciones fijadas forman parte de un nuevo método de pago elaborado tras unas acciones hostiles sin precedentes”, prosiguió.
La advertencia puso de inmediato en guardia a la UE. La presidenta de la Comisión Europea (CE, órgano ejecutivo de la UE), Ursula von der Leyen, advirtió ayer que la exigencia del Kremlin es una violación de las sanciones en curso.
Reacción
“Si no está previsto en los contratos, pagar en rublos es un incumplimiento de nuestras sanciones”, dijo la funcionaria en conferencia de prensa en Bruselas y precisó que, en consecuencia, acatar la exigencia rusa supone “un alto riesgo para las empresas”. “Nuestra respuesta será inmediata, unida y coordinada”, advirtió.
En la víspera, la empresa rusa Gazprom había anunciado la suspensión del suministro de gas a Polonia y Bulgaria ante su negativa de pagar en rublos, tal como lo exige el Kremlin desde el pasado 23 de marzo a un grupo de países que considera “hostiles” en respuesta a las sanciones que le fueron impuestas por su invasión de Ucrania.
Von der Leyen aseguró que Polonia y Bulgaria están siendo abastecidos por “países vecinos”, lo que según las autoridades de ambos países asegura que por el momento no se prevean restricciones para los hogares y las empresas. Eso, sin embargo, cambiaría en caso de que otros Estados se vean afectados y dichas triangulaciones ya no sean factibles. “No sorprende que el Kremlin utilice combustibles fósiles para tratar de chantajearnos. Esto es algo para lo que la Comisión Europea se ha estado preparando, en estrecha coordinación y solidaridad con los Estados miembros y los socios internacionales”, aseguró Von der Leyen.