Gutiérrez, a quien sus seguidores llaman ‘Fico’, se enfrentará el domingo a otros seis candidatos, entre los que se destacan el izquierdista Gustavo Petro y el independiente Rodolfo Hernández para definir el reemplazo del presidente Iván Duque.

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El candidato de la coalición Equipo por Colombia aparece segundo en las encuestas detrás de Petro, y en esta ocasión tiene el apoyo de partidos tradicionales como el conservador y el liberal, a los que les preocupa un eventual triunfo de la izquierda en un país históricamente gobernado por líderes de derecha o centroderecha.

Aunque es nuevo en la política nacional, Federico Gutiérrez se define como un ciudadano común y corriente, un hombre de clase media, y un líder que considera la política como una vocación orientada al servicio de la gente y a mejorar su calidad de vida.

Gutiérrez y sus seguidores consideran a Gustavo Petro como una potencial amenaza para la democracia, por lo que su rival de izquierda lo acusa de representar la continuidad del actual Gobierno y de tener el respaldo encubierto del expresidente Álvaro Uribe, catalogado por algunos como el hombre más poderoso de la política colombiana.

Para marcar diferencias, el candidato asegura que votó a favor de un acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, al que se opusieron Duque y Uribe.

“Quiero trabajar por Colombia con un modelo de gestión pública basado en la confianza ciudadana, buscando la tranquilidad de todas las familias y liderando el país desde las regiones con orden y oportunidades”, dijo a comienzos de abril en la presentación de su programa de gobierno en Bogotá.

Entre 2004 y 2011 fue concejal de Medellín en dos periodos consecutivos y también trabajó como consultor de seguridad urbana del Ministerio de Seguridad y Justicia de la ciudad de Buenos Aires, y del municipio de Celaya, en México.

Vestir casual y apego a la familia

El candidato, que acostumbra a vestir casualmente en pantalones vaqueros, zapatos deportivos y camisas sin corbata, dice que gobernó su ciudad natal desde las calles, enfrentando estructuras criminales e incluso tocando personalmente las puertas de jóvenes que habían desertado de las escuelas para convencerlos de regresar a las aulas.

Su programa de gobierno se enfoca en cuatro pilares: La lucha contra la corrupción, el fortalecimiento de la seguridad, el crecimiento económico para generar empleo y la reducción de la pobreza y la desigualdad.

Amigo del libre mercado, de los empresarios, de la minería y de la extracción de hidrocarburos con respeto al medio ambiente, Federico Gutiérrez anunció que buscará que la cuarta economía de América crezca a un 5% anual para garantizar los recursos que permitan mejorar la educación, la salud, la vivienda, así como reducir la pobreza y la desigualdad social.

Las personas cercanas lo definen como un hombre sencillo y sin complicaciones que desde la alcaldía de Medellín enfrentó la corrupción, al tiempo que realizó una alta inversión social en educación, empleo y emprendimiento.

Casado y padre de dos hijos de 11 y 13 años, dijo que una de sus prioridades será recuperar la seguridad en las ciudades y en las zonas rurales en donde la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, las disidencias de las FARC que rechazaron un acuerdo de paz y bandas criminales se enfrentan por el control territorial de áreas claves para el narcotráfico.

“Los helicópteros del Ejército y la Policía llegarán a los territorios y detrás de esas tropas también llegarán los programas sociales del Estado”, aseguró ante una multitud en un acto de campaña, al insistir que su gobierno tendrá un énfasis social para combatir la pobreza y las desigualdades.

A diferencia de Gustavo Petro, su principal rival, Gutiérrez tendría mayores posibilidades de lograr la aprobación de sus propuestas y su programa de gobierno en un Congreso en donde los partidos de centro derecha y derecha podrían conformar una sólida coalición, según analistas.

“Colombia sí necesita un cambio, pero no puede ser un cambio para empeorar”, dijo recientemente a Reuters el político, que disfruta comer hamburguesas, pasta y arroz, además de escuchar música vallenata -ritmo autóctono de la costa norte de Colombia con acordeón-, mientras hace deporte.