El parlamento discutía desde el sábado el pedido de destitución del presidente por la “grave crisis política y conmoción interna” planteado por el partido opositor Unión por la Esperanza (UNES), el principal con 47 escaños y afín al expresidente Rafael Correa (2007-2017).
“Pese a los intentos golpistas, hoy prevaleció la institucionalidad del país. Queda en evidencia quiénes trabajan para las mafias políticas”, dijo Guillermo Lasso. “Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando por el Ecuador”, agregó el exbanquero de 66 años.
Diálogo por las protestas, suspendido
Hora antes, el gobierno suspendió las negociaciones con el líder de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, que impulsa las manifestaciones por tiempo indefinido.
Lasso tomó la decisión luego de que un militar murió y otros 12 resultaron heridos en un ataque en el marco de una protesta en la Amazonia.
“No vamos a negociar con quienes mantienen a Ecuador como rehén“, afirmó el presidente, mientras que la Conaie lo acusó de “autoritarismo, falta de voluntad e incapacidad” y advirtió que deberá responder por “las consecuencias de su política belicista”.
Un primer cara a cara entre el movimiento indígena y una delegación del gobierno, encabezada por el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, tuvo lugar durante más de seis horas el lunes pasado en un intento por distender la crisis. Pero ayer la representación oficial no se presentó en respuesta al ataque.
Noche de violencia en Quito
Tras la suspensión de las negociaciones en la Basílica del Voto Nacional de Quito, centenares de indígenas volvieron protestar en Quito. En grupos se movilizaron por las calles de la capital de Ecuador y a su paso los comercios cerraron.
En la noche, manifestantes protagonizaron choques con la fuerza pública en el norte de la ciudad y fueron incendiadas dos estaciones policiales. “No se entiende la irracionalidad en las protestas. Ecuador necesita Paz”, manifestó por Twitter el ministro del Interior, Patricio Carrillo.
El elevado costo de vida alimentado por el incremento de precios de combustibles empujó desde el 13 de junio a salir de sus comunidades a miles de manifestantes.
Guillermo Lasso, que arrastra un 17% de aceptación pero tiene el apoyo militar, anunció compensaciones, que los indígenas consideran insuficientes.