Los diputados conservadores votaron durante días entre numerosos aspirantes en sucesivas rondas eliminatorias, hasta quedarse ayer con dos: Sunak con 137 votos y Truss con 113. La exministra de Defensa Penny Mordaunt quedó afuera con 105 apoyos.

Ahora, los cerca de 200.000 afiliados de la formación deberán elegir entre Sunak y Truss mediante una votación postal a realizarse en agosto. El ganador se anunciará el 5 de septiembre.

Paradigmas

El Reino Unido se encamina así a tener su primer jefe de gobierno de origen asiático –los abuelos de Sunak eran inmigrantes indios– o la tercera primera ministra de su historia.

Los dos finalistas harán campaña ante las bases y pese a su fuerte respaldo entre los diputados, Sunak no tiene asegurada la victoria. Las encuestas entre los afiliados del partido vaticinaban que incluso podía perder por amplio margen. Pero eso fue antes de encontrarse solo frente a Truss, una admiradora declarada de Margaret Thatcher.

La canciller, de 46 años, es una hábil usuaria de las redes sociales y una liberal acérrima que propugna un retorno a la pureza ideológica de libre mercado y una minúscula intervención estatal en la economía, una política usualmente comparada con la de Thatcher, paralelismo que aprovecha para establecer un contraste con sus pares y multiplicar su popularidad.

Ministra desde hace casi un año, llegó a imitar a la “Dama de hierro” al posando con un gorro de piel ruso en la Plaza Roja en febrero, durante un viaje a Moscú para intentar disuadir al presidente Vladímir Putin de invadir Ucrania. Pero el viaje, además de las bromas desatadas por estas fotos, terminó en un fiasco diplomático.

En particular, Truss cayó en la trampa de su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, al decir que ella “nunca” reconocería la soberanía de Moscú sobre dos ciudades rusas cercanas a Ucrania, Rostov y Voronezh, cuya pertenencia a Rusia nadie discute.

Su rival tiene un perfil muy diferente. “Siempre he dicho que quiero ser honesto con el pueblo británico sobre los retos a los que nos enfrentamos y ser responsable a la hora de abordarlos”, dijo Sunak en un vídeo divulgado tras su nominación, contrario a bajar impuestos pese a una inflación récord, de 9,4% interanual en junio.

“Creo que bajar impuestos y crear oportunidades nos ayudará a conseguir el crecimiento económico que necesita el Reino Unido”, afirmó por su parte Truss, gran admiradora de las políticas desreguladoras del thatcherismo.

El elegido gobernará hasta las próximas legislativas, previstas para 2024, que ambos aseguran estar en capacidad de ganar frente a la oposición laborista.

A lo Terminator

Johnson hizo su última aparición para responder a las preguntas semanales al primer ministro antes del receso del Parlamento. “¡Hasta la vista, baby!”, se despidió en castellano, usando la célebre frase de la película “Terminator 2”, bajo los aplausos de sus partidarios y los abucheos de la oposición, que le reprochó fracasos, engaños, división y escándalos en sus tres años de gestión.

Truss y Sunak se enfrentarán el lunes en un debate organizado por la BBC tras haberse atacado muy duramente en el precedente, junto a otros candidatos.