“Vamos a monitorear de cerca y confiar en la fortaleza de las instituciones democráticas de Brasil”, dijo a periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
“Hemos visto informes recientes de violencia y aunque el derecho a protestar es fundamental en cualquier democracia, Estados Unidos condena cualquier acto de violencia e insta a los brasileños a hacer oír sus voces de manera pacífica”, agregó.
“Como socio, como democracia socia de Brasil, seguiremos las elecciones con la plena expectativa de que se llevarán a cabo de manera libre, justa, limpia y creíble, con todas las instituciones relevantes operando de acuerdo con el (orden) constitucional“, agregó.
Brasil acude el domingo a las urnas en los comicios presidenciales más polarizados de su historia y en medio de un fuerte clima de violencia política, que ya se cobró tres muertos durante la campaña electoral.
Las encuestas muestran que el exmandatario de izquierda Lula da Silva lidera la liza frente presidente de ultraconservador Jair Bolsonaro, que busca la reelección. Si ninguno obtiene más del 50% de los votos, habrá una segunda vuelta el 30 de octubre.
Las tensiones están en aumento en medio de la creciente violencia y temores de que Jair Bolsonaro, que ha criticado las urnas electrónicas y advertido contra un presunto fraude, pueda no aceptar los resultados. El Supremo Tribunal Federal (STF) viene desactivando grupos extremistas ante el temor de que puedan intentar un ataque a instituciones al estilo de lo ocurrido en Estados Unidos con el asalto al Capitolio.