“Se han sumado ya varios grupos: el Estado Mayor Central, la Segunda Marquetalia, están las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia), están varias oficinas de ciudades y las Autodefensas de la Sierra Nevada de Santa Marta”, afirmó Rueda a Caracol Radio.

La mención incluye a las disidencias de las FARC que encabezan Iván Mordisco e Iván Márquez y el Clan del Golfo -el nombre informal de las AGC-, la mayor organización narco del país.

El funcionario explicó que los grupos se comprometieron a no cometer crímenes y están dispuestos a trabajar por la propuesta de “paz total” que promueve el Gobierno del presidente Gustavo Petro.

“Cada grupo con su propia identidad y naturaleza y motivación está expresando su disposición de hacer parte de la paz total. En esta fase de exploración se les ha pedido: no matar, no desaparecer y no torturar”, expresó el funcionario.

La “paz total” es la apuesta del Gobierno colombiano para lograr el desarme de los grupos armados, narcotraficantes y bandas criminales que actúan en algunas zonas del país, y el Ejecutivo envió al Congreso un proyecto al respecto, para la cuestión sea política de Estado.

Además, Rueda reveló que se analiza la posibilidad de que el cese al fuego sea bilateral, pero que es una decisión que debe analizar con Petro y con el ministro de Defensa.

Aunque no dio detalles de cómo avanza la exploración con los distintos grupos armados, aseguró que la oficina de paz está “explorando mecanismos jurídicos para permitir el tránsito de grupos armados al Estado de derecho”, reportó el sitio del diario El Espectador.

En cuanto al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida como tal por el Estado, el comisionado para la Paz indicó que se están aplicando los protocolos correspondientes y una vez termine esa fase, será el presidente Petro quien elegirá a los representantes que se sienten en la mesa de diálogo.

“Estamos todavía en la aplicación de los protocolos. Cuando termine esa fase, el Presidente designará a los integrantes que van a representar los intereses de los colombianos en esta mesa de diálogo”, agregó el funcionario.

El ELN ya estuvo en proceso de paz, iniciado en 2014, cuando la organización aceptó negociar con el gobierno de Juan Manuel Santos, que entonces tenía abiertas en Cuba las negociaciones con las FARC, la principal organización insurgente en ese momento, con la que finalmente se llegó a un acuerdo en 2016 para la desmovilización e incorporación a la vida política legal.

Las negociaciones con el ELN se produjeron primero en Quito, Ecuador, y luego se trasladaron a Cuba.

Pero el sucesor de Santos, Iván Duque, rompió esas gestiones cuando el ELN atacó con un coche bomba una escuela de cadetes de la Policía en 2019, con un saldo de 23 muertos, entre ellos el conductor del auto.

Varios de los comandantes del ELN continúan en Cuba desde entonces. Esto generó una tensión diplomática porque Duque le exigía a La Haba extraditar a la comandancia para que cumpliera con requerimientos judiciales, pero la isla se negó respaldándose en el cumplimiento del protocolo de las negociaciones, que contemplaba que en caso de rompimiento los jefes podían volver a sus campamentos.