Voto útil por Lula

A dos días de la disputa más polarizada en la historia de la mayor economía de América Latina y principal socio comercial de Argentina, Lula da Silva mantiene una ventaja de 14 puntos sobre Bolsonaro y podría vencer en primera vuelta si se tienen en cuenta los votos válidos (sin nulos ni blancos), según la última encuesta de Datafolha.

Por eso, ha salido en la recta final a la caza del voto útil de seguidores del centroizquierdista Ciro Gomes (6%) y la centrista Simone Tebet (5%) que quieran evitar una segunda vuelta el 30 de octubre.

Las celebridades toman partido

En esta campaña, Lula da Silva capitalizó el apoyo de celebridades como los músicos Caetano Veloso y Anitta, y se rodeó de figuras inesperadas, como el exjuez del Supremo Tribunal Federal Joaquim Barbosa, que lideró el juicio del escándalo de compra de votos en el Congreso que marcó el primer gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).

Bolsonaro, en cambio, obtuvo el jueves el apoyo explícito de la estrella de la selección brasileña de fútbol, Neymar.

Valores tradicionales vs los votos joven y femenino

Jair Bolsonaro, excapitán del Ejército y exdiputado de 67 años, centró su estrategia en la exaltación de las armas, los valores morales (“Dios, patria, familia”) y los ataques a su adversario. En el debate del jueves, volvió a llamar a Lula “ladrón”, en referencia a la condena por corrupción que, antes de ser anulada por el Supremo Tribunal, lo mantuvo año y medio preso y lo apartó de la elección en 2018.

Bolsonaro es respaldado por influyentes sectores como el evangélico, empresarial y agronegocio.

Pero enfrenta fuertes resistencias entre el electorado femenino, joven y los más pobres, tras una turbulenta gestión de la pandemia que dejó 686.000 muertos, un avance de la pobreza y el hambre, niveles récord de deforestación en la Amazonía, sospechas de irregularidades rondando su familia y aliados, y ataques contra las instituciones judiciales y la prensa.

Polarización en niveles récord

El pulso feroz entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro refleja un electorado altamente polarizado en Brasil, con hechos de violencia política que ya dejaron tres muertos.

“Siempre hubo polarización política en Brasil, pero hoy se ve un enfrentamiento puramente ideológico en el que el adversario pasa a ser un enemigo”, explica el politólogo André César, de la consultora Hold.

El fantasma de un golpe de Estado

El presidente Jair Bolsonaro volvió a desacreditar esta semana las encuestas y cuestionar sin pruebas la fiabilidad de las urnas electrónicas, un discurso muy retomado por las corrientes de desinformación que circularon masivamente en redes sociales.

Su actitud ha despertado temores de que no reconozca una eventual derrota y se produzcan incidentes similares a los de Estados Unidos en 2021, cuando partidarios del expresidente Donald Trump invadieron el Capitolio.

Si bien no descarta completamente disturbios, el politólogo Jairo Nicolau, de la Fundación Getulio Vargas, cree que Bolsonaro no cuenta con el “apoyo militar, de la opinión pública o del mundo político” para atrincherarse en el poder si pierde.

Otros, en cambio, ven “probable” episodios de violencia si Bolsonaro no acepta una derrota, como Michael Shifter, analista político del think tank Inter American Dialogue, que califica al ultraconservador como el “presidente más antidemocrático desde el régimen militar” en Brasil (1964-1985).