“Así como uno no tiene hoy en día cómo comprobar el proceso electoral, el otro lado (la oposición) no tiene como comprobar que fue serio”, declaró el lunes el mandatario en una entrevista concedida a TV Record, que dio mucho de qué hablar ayer.

Ante la pregunta de si va a “cuestionar” los números surgidos de las urnas electrónicas, Bolsonaro respondió, “vea, yo voy a esperar el resultado”.

Números

La última encuesta de la agencia Ipec, conocida el lunes, indicó que Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) tiene el 48% de las intenciones de voto contra el 31% de Bolsonaro, del Partido Liberal (PL, derecha). Eso deja al primero al filo de una victoria en el primer turno.

En tanto, un sondeo de la firma AlasIntel divulgado ayer por CNN Brasil, delineó un escenario similar, al darle a Lula 48,3% y a Bolsonaro 41%.

Más abajo quedó Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), con 3,5% y en acelerada baja, víctima del voto útil en favor del jefe del PT. El propio expresidente de izquierda afirmó que le falta poco para ser electo sin balotaje durante un evento con artistas a intelectuales que lo apoyan realizado en San Pablo.

“Estoy feliz porque estoy vislumbrando la posibilidad de que la democracia esté volviendo a este país, que las personas vuelvan a salir a las calles, que las personas puedan vestir como quieran sin ser molestadas”, dijo.

“Estamos a un paso de la victoria el 2 de octubre. Es preciso trabajar para conquistar el voto de todas y de todos, de aquellos que aman a la democracia”, añadió.

Cuarteles

Bolsonaro enfatizó que las Fuerzas Armadas tienen que ser autorizadas a enviar una representación al búnker del TSE, donde se realizará el conteo de los votos electrónicos que él cuestiona –sin pruebas– como potencialmente fraudulentos.

Aseguró que “para reducir a cero las chances de fraude”, solo tendría que haber “voto impreso, como en las elecciones de Paraguay”.

Además, cuestionó que el TSE no haya autorizado hacer transmisiones en vivo desde el Palacio de Alvorada, residencia oficial, y le prohibió realizar publicidad de campaña con imágenes de los actos del 7 de setiembre, Bicentenario de la Independencia, hechos que calificó de “persecución política”.