Asimismo, funcionarios iraníes de alto rango han afirmado en repetidas ocasiones que no cambiarán la política de hiyab obligatorio de la República Islámica, que exige a las mujeres vestir con modestia y llevar pañuelos en la cabeza.

En este marco, los manifestantes convocaron una huelga de tres días y a una concentración en la plaza teheraní de Azadi (Libertad) el miércoles, según mensajes compartidos en Twitter.

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, tiene previsto dirigirse a los estudiantes en Teherán el mismo día para conmemorar el Día del Estudiante en Irán.

Convocatorias similares de huelga y movilizaciones masivas han provocado en las últimas semanas una escalada de los disturbios que han arrasado el país, unas de las mayores protestas antigubernamentales desde la Revolución Islámica de 1979.

La agencia de noticias activista HRANA dijo que hasta el sábado habían muerto 470 manifestantes, entre ellos 64 menores. También se ha detenido a 18.210 manifestantes y han muerto 61 miembros de las fuerzas de seguridad.

El Consejo de Seguridad del Estado del Ministerio del Interior iraní dijo el sábado que el número de muertos era de 200, según Mizan, la agencia de noticias del Poder Judicial.

¿Cambios?

Los residentes que publican en las redes sociales y en periódicos como el diario Shargh dicen que en las últimas semanas se ha visto menos a la Policía de la Moral en las calles, ya que las autoridades aparentemente intentan evitar más protestas.

El sábado, la Agencia de Noticias Laborales de Irán citó a Montazeri diciendo que la policía de la moral había sido disuelta. “La misma autoridad que ha establecido esta policía la ha cerrado”, sostuvo. Agregó que esa fuerza no estaba bajo la autoridad del poder judicial, que “sigue controlando el comportamiento de la comunidad”.

El anuncio, interpretado como un gesto hacia los manifestantes, se produjo un día después de que las autoridades anunciaran que estaban revisando la ley de 1983 sobre el velo obligatorio.

La norma fue adoptada cuatro años después de la Revolución Islámica de 1979, que derrocó a la monarquía, y establece que tanto las mujeres iraníes como las extranjeras, independientemente de su religión, tienen que cubrirse el pelo con un velo y llevar ropa holgada en público.

Contrapunto

La televisión estatal Al Alam dijo que los medios de comunicación extranjeros estaban describiendo los comentarios del fiscal general como “un retroceso por parte de la República Islámica de su postura sobre el hiyab y la moral religiosa como resultado de las protestas”, pero que todo lo que se podía entender de sus comentarios era que la Policía de la Moral no estaba directamente relacionada con el Poder Judicial.

“La mejor manera de hacer frente a los disturbios es prestar atención a las verdaderas demandas del pueblo”, en su mayoría relacionadas con “cuestiones de subsistencia y económicas”, dijo ayer por su parte el portavoz de la presidencia del Parlamento, Seyed Nezamoldin Musaví, citado por ISNA.

Irán está sumido en una oleada de protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini, una joven kurda iraní de 22 años que falleció tras ser detenida por la Policía de la Moral por no llevar correctamente el velo.

Las autoridades afirman que su deceso se debió a problemas de salud, pero según su familia, falleció tras haber sido golpeada -por los efectivos.

Desde entonces, las mujeres han encabezado las protestas, gritan consignas como “mujer, vida, libertad”, se quitan y queman sus velos.