
En virtud de este nuevo paquete de sanciones, Bruselas prohíbe también a los ciudadanos de la UE ocupar puestos en órganos directivos de entidades controladas por el Estado ruso y situadas en Rusia.
“Seguimos apuntando a la economía y a quienes desempeñan un papel determinante en esta guerra brutal”, destacó en un comunicado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.