El diagnóstico del exmandatario llegó algunas horas después de que primero medios de Estados Unidos y después su esposa dieran cuenta de que había sido ingresado a un centro de salud.

Bolsonaro permanece internado en AdventHealth Celebration, un hospital con 220 camas en la región de Orlando, en Florida, según el columnista Lauro Jardim, del diario O Globo.

Michelle Bolsonaro publicó en la red Instagram que el expresidente está “en observación en el hospital” debido a “secuelas de la cuchillada” que sufrió en 2018 y que lo llevaron a pasar por posteriores intervenciones.

La información se conoció un día después de que miles de sus simpatizantes invadieran las sedes de los tres poderes en Brasilia.

El dirigente fue sometido en varias oportunidades a intervenciones quirúrgicas como consecuencia de la puñalada que le dio un fanático en 2018, cuando estaba en campaña para ganar la presidencia de Brasil.

La última internación por este tema fue en noviembre del año pasado.

Macedo explicó que “el tratamiento clínico debería resolver” esta nueva dolencia de Bolsonaro, “como cuando estuvo hospitalizado en San Pablo”. “No es una situación grave”, agregó.

Los médicos generalmente definen la suboclusión como una obstrucción intestinal temporal y parcial que causa síntomas abdominales agudos, principalmente después de comidas copiosas con alimentos pesados y poca hidratación.

La hospitalización de Bolsonaro se produce un día después de que actos terroristas arrasaran los edificios del Planalto, el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) y el Congreso, lo que lo forzó a tomar distancia de sus seguidores.