De esta forma, a partir del próximo miércoles, todo aquel que se exceda en 15 kilómetros por encima de la velocidad máxima permitida recibirá una notificación. A medida que aumente en la escala, puede recibir una multa intermedia, de 4 Unidades Reajustables (UR); y la multa máxima es de 10 UR.

Un primer balance de los radares

Según la Intendencia de Maldonado (IDM), el primer balance de los radares —durante la primera etapa en la que los mismos no procesaron multas— fue positivo. Las estadísticas demuestran que se cumplió con el principal objetivo, que era enlentecer el tránsito, lo que, a su vez, llevó a una importante baja de la siniestralidad en los puntos donde los radares fueron colocados.

La siguiente etapa, con el comienzo de la aplicación de las multas económicas, buscará corregir el margen de conductores que todavía continúa infringiendo las leyes de tránsito y la señalética, sobre todo cuando de velocidad máxima se trata.

Una estrategia similar es que la lleva a cabo la Intendencia de Montevideo (IM), que también logró bajar la siniestralidad en varias zonas de la capital a través del uso de radares. En el mismo sentido, y en el marco de la alta circulación que se da durante el verano, la Policía Caminera desplegó una serie de radares móviles en busca de controlar excesos de velocidad en rutas nacionales.