Alejandro Stipanicic dijo que el negocio del portland “pierde hace 20 años” y que los trabajadores están empecinados en mantenerlo.
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, explotó contra la Federación Ancap (Fancap) a través de su cuenta de Twitter, luego de que el sindicato estableciera paros sorpresivos, así como la no realización de horas extra en conjunto con los sindicatos de OSE y UTE.
Según Stipanicic, el sindicato está empecinado con que Ancap siga produciendo portland, “un negocio que pierde desde hace 20 años”, disparó. A su vez, señaló que las medidas de Fancap agravan las pérdidas económicas, y también “causan daños a los activos de la refinería y provocarán el deterioro del patrimonio de Ancap”.
El jerarca de la estatal señala que a partir de la decisión de no firmar permisos de trabajo, “desde hace 3 meses no se puede realizar mantenimiento en la refinería”, por lo que la compañía “no produce en sus plantas de cemento, y se afecta el trabajo de quienes llevan el combustible a las estaciones y en ellas trabajan”.
Las medidas sindicales golpean al trabajo de los empleados de los contratistas, según Ancap
Stipanicic fue más allá y afirmó que estas medidas sindicales “son una falta de respeto al trabajo los empleados de los contratistas de Ancap”, los cuales “no pueden trabajar en la refinería”, al igual que el de los camioneros, “que deben hacer esfuerzos extraordinarios para llevar el combustible a las estaciones de servicio”.
“Es una afrenta al esfuerzo de tanta gente que superó la pandemia y que hace tres años enfrenta la sequía en el campo”, al igual que “la crisis por la falta de agua en la zona metropolitana, las dificultades del comercio en el litoral o la falta de competitividad por la caída del dólar”, apuntó el ingeniero industrial.
El presidente de Ancap entiende que quienes tomaron estas medidas decidieron abandonar explícitamente “el espacio de diálogo al más alto nivel en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) con presencia del PIT-CNT“, queriendo adoptar decisiones de un negocio que no les corresponden, sino a las autoridades legítimas de la empresa. “La intransigencia sindical afecta a los buenos trabajadores”, remató.