Kiev y Moscú – Rusia dijo ayer que Ucrania lanzó en las últimas horas una gran ofensiva mecanizada en el sureste ucraniano. Los combates arrecian desde hace varias semanas a lo largo de los 1.500 kilómetros de frente en el sur y este de Ucrania en coincidencia con una contraofensiva de Kiev con armas suministradas por Occidente en territorios ocupadas por Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que el Ejército estaba repeliendo un “asalto masivo” lanzado el miércoles por Ucrania con tres batallones mecanizados, es decir varios cientos de soldados con blindados de combate y de transporte de tropas.
En un comunicado, el Ministerio agregó que la ofensiva se centraba en una zona de la sureña provincia ucraniana de Zaporiyia, al sur de la ciudad de Orijiv.
Putin elogió desde San Petersburgo el “heroísmo” con el que los soldados rusos estaban rechazando los ataques en Zaporiyia y afirmó que habían destruido equipamiento militar ucraniano y causado gran número de bajas entre las filas adversarias.
Funcionarios del Departamento de Defensa estadounidense que pidieron no ser identificados dijeron a periodistas en Kiev que Ucrania había lanzado una ofensiva en el frente sur de Ucrania, informaron los diarios The New York Times y The Washington Post.
Las fuentes dijeron que en el ataque participaban miles de reservistas entrenados por Occidente, mientras que la cadena británica BBC reportó que las informaciones parecían indicar que estaba en marcha la ofensiva principal dentro de la contraofensiva lanzada por Ucrania a principios de junio.
La viceministra de Defensa ucraniana, Ganna Maliar, agregó que las tropas ucranianas avanzaban hacia la ciudad de Melitopol, en Zaporiyia.
Sus declaraciones están en línea con las predicciones de analistas militares occidentales y blogueros militares rusos.
Según ellos, una contraofensiva seguramente buscaría atravesar el corredor terrestre que Rusia, conquistando territorio ucraniano, logró formar hacia Crimea, la península del sur de Ucrania que se anexó en 2014, y donde tiene su flota del mar Negro desde hace años.
Un avance hacia Melitopol, que está ubicada sobre el mar de Azov, al este de Crimea, podría dividir en dos a las fuerzas rusas y cortar las líneas de suministro hacia unidades ubicadas más al oeste. Actualmente, Rusia controla toda la costa del mar de Azov.
El Instituto de Estudios de la Guerra, una institución académica con sede en Washington, también dijo que Ucrania lanzó una ofensiva en Zaporiyia y afirmó que se trataba de una “importante operación mecanizada”. Citando a fuentes rusas, incluyendo a conocidos blogueros militares, dijo que la estrategia “parece haber atravesado ciertas posiciones defensivas rusas”.
En lo que pareció ser una medida de precaución, el Servicio de Seguridad Interior (FSB) de Rusia prohibió ayer el acceso de los civiles a la Punta de Tierra de Arabat, una estrecha franja de territorio que vincula Crimea con la provincia ucraniana de Jerson.
Jerson, la única provincia de Ucrania que limita con Crimea, está parcialmente ocupada por el Ejército ruso, integrando el corredor terrestre hacia la península conquistado por Rusia desde que invadió Ucrania en febrero de 2022.
Grandes partes de las provincias orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk completan este corredor.
La zona del mar Negro es escenario de crecientes hostilidades desde que Rusia se retiró, la semana pasada, de un acuerdo para permitir la salida de barcos con cereales ucranianos desde puertos del sur de Ucrania a pesar de la guerra.
Desde el 17 de julio, cuando Moscú anunció que no prorrogaría el pacto, las fuerzas rusas han atacado repetidamente infraestructura portuaria del sur de Ucrania, sobre el mar Negro, que facilitaba la exportación de cereales ucranianos.
Varios de los bombardeos rusos tuvieron por blanco la ciudad portuaria ucraniana de Odesa, incluyendo uno que el domingo pasado dejó dos muertos y dañó seriamente una catedral ortodoxa.