El jueves en las instalaciones del estadio Monumental, River volvió a ganar. Si, lo hizo con la conciencia tranquila y tratando de alejar los malos resultados que al principio de la campaña se presentaron.
Hoy por hoy el cuadro deMartín Demichelis se encuentra ubicado en los cuatro clasificados y tras la victoria sinceramente no leí ninguna crítica en contra del cuadro del barrio de Núñez.
A veces me sorprendo. Si, realmente considero que por una serie de partidos en contra no podemos agregar que un equipo se encuentra en crisis. Algunos lo sostienen con respecto al tema de la división del plantel, pero creo que esas premisas son bastante apresuradas, nada más y nada menos que contra el último campeón del fútbol argentino.
Entiendo la pasión y obviamente el dolor frente a una racha adversa. Claro, en este escenario el Millo dejó de pelear varios frentes de los cuales siempre fue fuerte, pero lo que no podemos dejar en el ayer es que hace un par de meses en el estadio Monumental, varios hinchas festejaron una nueva conquista nacional con un entrenador recién llegado.
Ahora quedan un par de partidos para ratificar el poderío que el último ganador del certamen pudo hacer. Se conocen diferentes tendencias que intentan borrar lo que pasó semanas atrás, pero vuelvo a insistir. ¿Salir de dos torneos se convirtió en un pecado?
Calculo que no. Pienso que River ha cosechado fichas importantes y que está en un proceso, como el de todos los planteles.
Creo que en algún momento los resultados no se dan y esto le pasa a cualquier team. Pero me parece demasiado exagerado asegurar que en la actualidad se sostenga que el último campeón del rentado nacional está en crisis.
Se olvidó la alegría tan enorme que sintieron sus hinchas hace pocas semanas.