Un bombardeo que el movimiento islamista Hamás atribuyó a Israel mató ayer a por lo menos 200 personas en un hospital de Gaza.

Según el ministerio de Salud de Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2006, “de 200 a 300 personas” perecieron en el bombardeo llevado a cabo contra el hospital Al Ahli Arab, en la ciudad de Gaza, y “centenas de personas se hallan bajo los escombros”. Israel atribuyó el bombardeo al “lanzamiento fallido de un cohete” por parte de la Yihad Islámica, otra organización palestina que opera en el enclave.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) condenó “enérgicamente” el bombardeo y refirió que “el hospital estaba en funcionamiento, con pacientes, cuidadores y personas desplazadas internamente que se refugiaban allí.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, que administra Cisjorania ocupada, declaró un duelo de tres días “en toda Palestina por las víctimas del brutal ataque aéreo israelí”.

La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) indicó por otra parte que al menos seis personas que se habían refugiado en una de sus escuelas murieron y que decenas resultaron heridas en un ataque aéreo israelí.

Por otro lado, el movimiento islamista palestino Hamás anunció ayer la muerte de uno de sus comandantes militares en un ataque israelí en el centro de la Franja de Gaza, en el undécimo día de una guerra que hasta ahora reportó miles de muertos en los dos bandos.

Ayman Nofal, un comandante de las Brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamás, murió en un ataque “sionista” en el campo de refugiados de Bureij, precisó el movimiento en un comunicado. Nofal, antiguo jefe de la Inteligencia militar, “dirigió muchos ataques contra civiles israelíes”, según las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI), que lo implican también en los preparativos para el secuestro del soldado Gilad Shalit en 2006.

“No pararemos hasta eliminar a Hamas”, subrayó el Ejército de Israel.

En la noche, las fuerzas israelíes habían informado de la muerte de otro miembro de Hamas, Osama Mazini, pero la organización no hizo ninguna mención de ello.

La de Nofal se trata de una de las bajas más significativas sufridas por el movimiento islamista desde el inicio de la ofensiva israelí, desatada como respuesta al sangriento ataque por agua, aire y tierra del 7 de octubre pasado.