Con el fin del fenómeno La Niña y la llegada de El Niño, todo aficionado a la pesca esperaba encontrarse con otro presente en este momento del año. La extensa sequía que hizo mermar el agua en los distintos ámbitos de pesca no se detuvo y son pocos los espejos de agua bonaerenses que se han recuperado y se posicionan como opción de cara a una temporada del pejerrey que se advierte muy complicado, con muchas lagunas secas, otros con un ojo de agua y, la mayoría, sin peces.
Según se desprende de un relevamiento realizado por Weekend Web, de un centenar de lagunas que analizamos hace dos temporadas para esta época, en la previa a los relevamientos de la temporada 2022 del pejerrey, para este año los pesqueros a tener en cuenta no superan los 40, es decir, sólo un 40 % de los ámbitos están en condiciones de ser considerados alternativas de pesca, aunque muchos, sin estar en situación ideal, ya sea por la escasez del recurso, la baja talla o la falta de agua.
Encadenadas de Chascomús y espejos aledaños
Un bastión importante cerca de Capital con abundancia de pesqueros, pero que sólo dispone de un par de ámbitos como opción en este momento. Para destacar, sólo La Boca, ex San Lorenzo, con un buen nivel de agua y una interesante presencia de pejerrey. Chascomús tiene pesca, pero sólo al pasar por sus costas nos daremos cuenta de su situación, con una cota reducida considerablemente y con mortandades en el verano. Chis Chis, Barrancas, Adela, Monasterio, El Burro y Tablillas piden agua a gritos, y aunque hoy están fuera del circuito de los pescadores, de recibir agua en forma considerable, pueden recuperarse por su conexión, en algunos casos, con el Salado u otros ámbitos. Algo similar pasa con Altos Verdes, vecina a La Boca.
Corredor de la Ruta 226
Sin excederse en el optimismo, y aunque han bajado muchísimo las lagunas, comparado con otras zonas, la situación es buena. La Mostaza sufrió la sequía en Olavarría, y también golpeó por San Luis, donde en Bolívar están haciendo la compuerta y como entra el agua sale. Si se terminan los trabajos y se mantienen las lluvias, se recuperará por la entrada de las flechas de plata. Blanca Grande en las últimas horas desbordó tras 160 mm de lluvias, esto provocó el éxodo de pejerreyes por el arroyo, yendo del bajo nivel al exceso en horas. Igualmente, goza de una interesante cantidad de pejerreyes y promete rendir este año. Blanca Chica, una que reabrió hace poco, levantó su nivel y ya no se puede vadear en el medio donde tiene 1,70 m. Prevalece el pescadito chico, pero tiene buenos matungos. En Tandil, el lago se encuentra bajo, pero no sufrió mortandad, mientras que, en Balcarce, La Brava tiene excelentes capturas y se posiciona como una de las grandes opciones del año, con una laguna que tiene 4 metros en su sector más profundo. Por último, De los Padres no se destaca por su pesca, pero promete repuntar en el corto plazo, ya que el año pasado tenía mucho pejerrey chico.
Clásicos cercanos a Capital Federal
Ya sin pesca hace tiempo de pejerreyes en muchos casos, la extensa sequía dejó sin agua muchísimos espejos ubicados en un radio de 200 km de distancia de Capital Federal. Las lagunas de Ranchos, Navarro y Las Mulitas, en 25 de Mayo, son algunos ejemplos. En muchos casos, recuperaron su nivel, pero aún necesitan sumar vida. A ellas se le suma Lobos, Las Perdices, Culú Culú y De Todos los Santos, ámbitos lagunares faltos de agua, y la incógnita de San Miguel del Monte, con una mortandad preocupante en los últimos días, aunque pruebas que realizaron muestran que quedó pejerrey. En Bragado, no quedó nada. Entró agua, pero el bajo nivel que dejaron el vertedero hizo que se fuera muy rápido, generando un mal que se podría haber evitado. En Saladillo, Indio Muerto fue otra que sufrió la crueldad de la sequía. Tras estar seca, se recuperó y volvió a tener variada. Con la ola de calor, descendió notoriamente, pero ahora volvió a subir y se espera que, en algunas de las crecidas, ingresen pejerreyes.
Las lagunas del Oeste
En Junín, la pesca es parte de la historia. Aunque El Carpincho luce aún con agua, son historia Mar Chiquita y Gómez, el emblemático pesquero de la ciudad. En la región prácticamente desaparecieron los cursos del río Rojas y del Arroyo del Medio, aquel límite natural que separa las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, cuyos cauces quedaron a la vista. Entre las alternativas viables de pesca se posicionan la histórica Cochicó en Guaminí, con Del Monte y Alsina que tienen altibajos, pero serán opción, y Cuero de Zorro, el castigado ámbito que sigue vigente. Además, Hinojo Grande y Chico son lagunas que podremos visitar este año, también, Juancho en Daireaux. Lejanas pero a tener en cuenta este año, La Salada de Darregueira, La Segovia en Puan y Igartua, entre otras.
Centro Sudeste Bonaerense
El listado de espejos de agua que quedan fuera del circuito de los pescadores en esta región es impresionante. En González Chaves, sin peces ni agua en espejos clásicos, o sólo un ojo de agua cuya temperatura no le permite preservar vida. Hablamos de pesqueros como El Pingüino o Rivero, El Coraje de la familia Marochi, Cinalli o El Pinocho, por sólo nombrar algunas de una zona muy prolífica. En San Cayetano, cuna de matungos, desaparecieron intrincados espejos llenos de juncales como la Del Sol, El 24, La Genovesa o La Gaviota. Se suman ámbitos históricos como La Vizcacha, La Reserva, La Salada, Jorgensen o Epull, de la familia Bilbao. El Albardón, también llamada Corvalán, aún subsiste, siendo una de las pocas opciones en la zona, reabriendo a mediados de marzo. Benito Juárez tiene agua, pero no hay pesca; La Salada y El Chifle. Supo disponer de ámbitos emblemáticos que no están más: Huayco, La Escondida, Carracedo o tantas otras. Laprida tenía a Quillalauquen y El Paraíso, ámbitos rendidores pero que son parte del pasado. Entre las alternativas posibles, aguanta y rinde un clásico en Madariaga, Salada Grande, que recuperó caudal y aguanta con muy buena calidad de pejerreyes. Los Horcones, en tanto, más complicada, puede zafar con un poco de agua, ya que pasó lo peor con el calor del verano. Tupungato en Necochea reabrió días pasados y se posiciona como opción, muy diferente a otras lagunas de la zona que pasaron a la historia como Favoretti o Balzategui. Los Claveles, poco nombrada pero rendidora en inmediaciones a Líbano y el dique Paso de las Piedras siguen vigentes, al igual que el lago de Tandil, en plena ciudad, con pique de pejerreyes. Taruchera por excelencia, hoy prevalecen las carpas y hay pejerreyes chicos en Kakel Huincul.
El corredor de la Ruta 3, al Sur
Aunque hay espejos que desaparecieron como La Arenera de Claromecó, un ámbito que hasta hace muy poco daba ejemplares de kilo, sumado a otras que tuvieron importantes mortandades, como es en los casos de las lagunas de Gil o Luján, en Tres Arroyos, la gran mayoría serán opción en este 2023. Hay buenas perspectivas en La Barrancosa de Chillar o La Tigra de Tres Arroyos, aunque esta última, de mala temporada 2023. También en La Carlota, Los Manantiales, La Salada, La Turca, La Lejana y El Cajón en Coronel Dorrego, ámbitos que se suman a Sauce Grande, el rendidor espejo de la localidad de Monte Hermoso. En Chasicó el asunto no es tan auspicioso ya que, aunque mantiene su pesca, la salinidad crece a pasos agigantados de la mano de un caudal que no aumenta hace casi una década, y que llevará, inexorablemente, a tiempos sin actividad piscatoria, como pasó hace algunos años. Veremos que pasa a partir de febrero.
En un informe similar hace un año hablábamos de que a fin del 2023 se producirían abundantes lluvias y la situación general mejoraría. Aún, en parte de la provincia, eso no pasó. Esperemos que, en las próximas semanas la situación se normalice y no sigamos sumando malas noticias a esta muy triste cronología.
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