Uno de los peores fantasmas para el comercio mundial del petróleo cobró forma este sábado con el ataque a Israel por parte de Irán, el cual había sido precedido por el abordaje de un carguero en el estrecho de Ormuz.
Aunque es prematuro saber hasta dónde escalará este conflicto y su impacto no solo en la geopolítica de Medio Oriente, sino a nivel global, una cosa es segura: el mercado responderá con especial sensibilidad a los riesgos que implica para la distribución del petróleo.
A primera hora del sábado, antes de que misiles y drones lanzados desde Irán fueran interceptados por las defensas aéreas de Israel, la poderosa Guardia Revolucionaria abordó en el estrecho de Ormuz y llevó a aguas iraníes el MSC Aries, de bandera portuguesa y con 25 tripulantes en su mayoría indios.
El carguero fue arrendado por la naviera internacional MSC a Gortal Shipping, filial de Zodiac Maritime, uno de cuyos propietarios es el empresario israelí Eyal Ofer.
Una tensión sostenida en los mercados globales energéticos
Los mercados globales energéticos vienen viviendo meses de especial tensión desde que inició el conflicto entre Hamás, en Gaza e Israel, hace seis meses. Cuando ese enfrentamiento se desató la sola suposición de una injerencia de Irán en la preparación de los ataques terroristas en territorio israelí, disparó las alarmas haciendo temer una regionalización del conflicto con la consecuente afectación del estrecho de Ormuz, por donde pasa entre un quinto y un tercio del petróleo mundial, según diversas cifras.
El lugar, clave para el comercio marítimo, concentra además casi el 17% de la producción de los países de la OPEP y alberga dos oleoductos. Un enfrentamiento que afecta su navegabilidad tendría un impacto directo en la distribución y en los precios mundiales del petróleo.
Hace seis meses, como decíamos, el efecto de los mercados ante la sospecha de una participación de Irán en la guerra entre Hamás e Israel disparó los precios del crudo West Texas Intermediate (WTI) un 4,34% y los del crudo Brent un 4,16%.
En esa época ambos cotizaban por debajo de los 89 dólares por barril, a 86,38 y 88,22 dólares respectivamente. El escenario actual para los precios del petróleo es más crítico, pues arrastra meses de estrés sobre Medio Oriente y la reducción de la oferta por parte de la OPEP+.
El viernes los inversores comenzaron a procesar la inminencia de un recrudecimiento de las tensiones en Medio Oriente como consecuencia del ataque israelí al consulado iraní en Damasco, Siria, y una eventual respuesta por parte de la República Islámica, que este sábado se consumó.
Ayer, el precio del barril de Brent para entrega en junio subió un 0,79%, a 90,45 dólares, llegando incluso durante la sesión a cotizar a 92,18 dólares, por primera vez desde finales de octubre. En tanto, en Nueva York, la cotización del barril de WTI para mayo, tuvo un avance de 0,75%, alcanzando los 85,66 dólares.
Atención en Uruguay por el impacto sobre el precio de los combustibles
Para países importadores netos de crudo y gas, como es el caso de Uruguay, los movimientos al alza en los precios del petróleo son una mala noticia.
Ancap, la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland, adquiere el petróleo que importa al país con los precios de referencia del crudo Brent, que se comercializa en la bolsa de Londres.
El valor que paga la empresa estatal es clave en la conformación del informe de Precios de Paridad Internacional (PPI) que elabora la Ursea mensualmente para asesorar al Ejecutivo sobre la modificación o no de las tarifas de venta al público de la nafta, el gasoil y el supergás.
La empresa estatal viene de meses de absorber los costos por la parada de mantenimiento de la refinería La Teja y trasladarlo en varias oportunidades a los precios de los combustibles que pagan los consumidores.
Un conflicto de gran escala, como supone ser uno entre Irán e Israel con la inevitable participación de Estados Unidos y, por qué no, de Europa, trastocaría por un tiempo indeterminado los mercados mundiales, con especial efecto sobre los valores energéticos. Las próximas horas serán clave para determinar la magnitud de sus efectos inmediatos.