Los fenómenos climáticos no le dan tregua al agro, que a pocas semanas de verse afectado por las inundaciones ahora afronta la amenaza que supone el intenso frío para los cultivos y la producción ganadera.

Luego de un 2023 marcado por la sequía y sus consecuencias, las señales de alarma se encendieron una vez más entre los productores, que empiezan a preocuparse por las bajas temperaturas registradas en todo el país.

Productores rurales le manifestaron a Telenoche que las intensas lluvias de hace algunas semanas “nos complicaron la siembra de verdeos, ya que la semilla no nació con tanto tiempo bajo agua”.

A ese panorama le sumaron la actual escasez de forraje, ya que esto “complica la ganadería”. El escenario se completa con “un alto consumo de gas para calefaccionar” para mantener confortables a los animales.

El agro ya había manifestado su tensión por otros factores

Los referentes del agro tienen entre sus principales reclamos al atraso cambiario, que comenzó en 2022 y todavía se mantiene, con un desfasaje que el Banco Central del Uruguay (BCU) estima en el orden del 15%, pese a la reciente suba del dólar, que llegó a casi 40 pesos.

De hecho, desde la Federación Rural pidieron que el billete verde llegue a 58 pesos o, en todo caso, un alivio fiscal para compensar el retraso en el tipo de cambio.

Otro cuestionamiento surge por la falta de apertura de mercados, uno de los debes del gobierno en materia internacional, con la imposibilidad de materializar el acuerdo del Mercosur y la Unión Europea, o el del Acuerdo Transpacífico.

Finalmente, desde el sector agroexportador todavía lamentan la deuda comercial con Argentina, que no logró resolverse a pesar de la llegada del presidente Javier Milei al país vecino y los gestos en esa materia.