La Argentina no brilló, pero aprovechó sus momentos en el partido ante Canadá, y selló su pase a una nueva final, esta vez, de la Copa América 2024. Cumplió con el trámite de ganarle nuevamente a los norteamericanos, esta vez por un lugar en la final, sin lujos, sin actuaciones extraordinarias, pero cumpliendo con su obligación, y cuando no se destacan las individualidades, aparece el equipo solidario, con ideas firmes y con un buen juego asociado.

Detalle de la actuación de los jugadores en el 2 a 0 a Canadá.  

Emiliano Martínez (7): en un primer tiempo donde más allá de algún centro que cortó, de algún intento de salir rápido, sólo tuvo una intervención fundamental, sacando un tiro a quemarropa desde el área chica que había venido de un lateral. Puso el pecho, literalmente y terminó la pelota en el córner. Su gloriosa pierna izquierda lo hizo de nuevo, sacando una pelota de gol faltando dos minutos para el final.

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

Gonzalo Montiel (6): Bien en la marca, intentó asociarse con Di María para proyectarse de la mitad de la cancha para adelante. Fue reemplazado faltando 20. Redondeó un buen partido.

Lisandro Martínez: Ante un equipo que avanzó bastante pero atacó poco, tuvo pocas intervenciones, todas acertadas.

Cristian Romero (6): bien en la marca, bien en algunos cortes peligrosos, ante un rival que no pudo atacar demasiado por un buen funcionamiento defensivo.

Nicolás Tagliafico (6): intentó ser salida y abrir la cancha por su sector. No tuvo mucho trabajo en la marca ante una selección que avanzó bastante pero atacó poco.

Alexis Mac Allister: tuvo menor participación en el juego, pero siempre resolvió bien cuando intervino.

Rodrigo de Paul (7): el despliegue acostumbrado, cortando y tratando de asistir a los delanteros. Su primer acierto importante fue el gol de Julián, pero no fue el único. Buen partido dell volante.

Enzo Fernández (6): Muchas recuperaciones en la mitad de la cancha, “casi” autor del segundo de la Argentina, buen partido de chico que sonríe como Carlos Gardel.

Lionel Messi (6): el primer tiro al arco de Argentina a los 11 del primer tiempo, linda combinación con Angel Di María, pero se fue cerca del palo. Al final del primer tiempo, otra asociación con Di María, amagó para un lado y se acomodó para la derecha, pero también se le fue al lado del otro palo. Se lo vio algo contenido, teniendo en cuenta que se notó su lesión en el partido con Ecuador pero estuvo más participativo en el juego.

Ángel Di María (8): tuvo su gol en una recuperación rápida, pero su tiro de emboquillada se fue cerca del ángulo superior derecho del arquero. Corrió toda la cancha, puso pases gol, se asoció muy bien con Messi todas las veces que lo intentó. Se mandó una recuperación en plena área argentina y salió para el otro lado pisando el área chica, como si la pelota no quemara en ese lugar, como si estuviera en la carbonería del padre y los que lo miraban no fueran rivales sino bolsas de carbón. Impresionante. Su penúltimo partido con la selección argentina fue como si fuera un pibito que tenía que demostrarle al técnico que estaba a la altura, que podía jugar en el equipo. Ovación para el Fideo, para el socio de Messi, para el tricampeón de la Argentina, al que tantas veces se lo cuestionó.

Julián Álvarez (7): en los primeros minutos, estuvo más comprometido en bajar a recuperar la pelota que en pensar en el arco contrario. Probó desde atrás de la mitad de la cancha y se le fue lejos, pero en un lindo pelotazo frontal de De Paul, controló, se sacó el marcador de encima con un gesto, levantó la cabeza y definió de derecha al medio del arco, entre las piernas del arquero, que quiso achicar y se comió el caño. Tuvo el tercero tras un gran pase de Di María, pero le pegó al pecho del arquero que salía desesperado por achicar.

Nicolás Otamendi: Entró a poner tranquilidad cuando la Argentina necesitaba hacer correr los minutos. Tuvo un par de buenos cortes aunque Canadá no lo exigió mucho.

Nahuel Molina: Como Otamendi, entró a darle aire a la defensa, cumplió.

Lautaro Martínez: entró cuando la Argentina tenía el resultado necesario y el partido casi controlado. No le llegó una, cuando quiso intervenir, terminó haciendo foul. Pero nada para reprocharle.

Nico González: concentrado y preocupado por la marca, entró bien en el partido cuando la Argentina pensaba más en el reloj que en el juego.

Exequiel Palacios: Scaloni lo puso para renovar el aire cuando había que dejar pasar los minutos y se podía venir Canadá. Se equivocó en una salida, y generó el primer tiro al arco serio de Canadá en el segundo tiempo.