Después del
revuelo que generó la elección de la fecha para el cruce de semifinales por Copa
Argentina entre Boca y Vélez, desde la organización confirmaron
lo único que faltaba definir para el partido pautado para el miércoles 27 de
noviembre: la sede.
A pesar del
deseo de la dirigencia del Fortín porque se lleve a cabo en Buenos
Aires, la decisión fue trasladar el partido a Córdoba, más precisamente
al estadio Mario Alberto Kempes, a las 21:10. “Por lo menos que sea a 10
kilómetros de Capital Federal, porque subir a un avión hace que se pierdan dos
entrenamientos”, argumentó en su momento Fabián Berlanga, presidente del equipo
de Liniers.
Finalmente,
en medio del tira y afloje dirigencial, el histórico escenario cordobés le ganó
la pulseada al Malvinas Argentinas de Mendoza y será el encargado de albergar
uno de los encuentros más atractivos que le deparará al fútbol argentino en
este cierre de año.
En ese
contexto, desde la dirigencia de Vélez aseguran que choca con sus intereses
teniendo en cuenta que el viaje implica un desgaste físico y de tiempo que no
van de la mano con el ideal para afrontar el tramo final de la Liga
Profesional, donde lucha por ser campeón.
“Vamos a
tener que resignar uno de los dos torneos, porque para las dos cosas no nos va
a dar”, sentenció días atrás el presidente dando a entender que Gustavo
Quintero no apele a parar un equipo alternativo.
Respecto a
la distribución de las parcialidades en el Kempes, Vélez ocupará las tribunas
Artime y Ardiles, es decir, tendría a disposición aproximadamente 18.500
localidades de acuerdo a la capacidad de esos sectores, mientras que Boca
tiene asignadas las tribunas Ardiles norte, Gasparini y Willington, con lo cual
le corresponderían prácticamente 38.500 entradas para sus hinchas.
La
controversia de Boca y Vélez por la fecha de las semis de la Copa Argentina
Quien festeja
la fecha asignada para el partido de semifinales de Copa Argentina fue Juan Román
Riquelme y compañía. Se cumplió el deseo de que se juegue el 27, evitando así
las ausencias de Luis Advíncula y Marcelo Saracchi que fueron convocados por
los seleccionados de Perú y Uruguay respectivamente.
En cambio,
el pedido de Vélez era el opuesto: que el partido se lleve a cabo el 16 o 17 de
noviembres mientras se disputa la fecha FIFA. “Ellos defienden lo suyo y la
gente que organiza les da la razón, Siempre jugaron 15 o 20 días después que el
resto en las otras instancias. Incluso el 27 de noviembre iba a ser la final”, manifestó
el máximo dirigente del equipo de Liniers.
JP