Cumpliendo la última voluntad del papa Francisco, el papamóvil con el que se trasladó y se acercó a los fieles de todo el mundo fue donado para que ahora funcione como unidad móvil de salud para los niños de Gaza, informó Vatican News.

“Era su último deseo para el pueblo al que había mostrado tanta solidaridad a lo largo de su pontificado, especialmente en los últimos años”, aseguraron.

La iniciativa fue llevada a cabo por Cáritas Jerusalén, tras el pedido de Francisco, y tiene el objetivo de ayudar en el marco de una grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Desde el comienzo de la guerra entre el grupo terrorista Hamas e Israel en 2023, casi un millón de niños tuvieron que ser desplazados del territorio.

“Los niños no son números. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado”, había remarcado el Papa durante sus discursos.

De esta manera, a partir de ahora, el papamóvil será equipado con máquinas para diagnóstico, examen y tratamiento y contará con pruebas rápidas de infecciones, instrumentos de diagnóstico, vacunas, kits de sutura y otros instrumentos, según precisó el medio oficial del Vaticano.

Cuando se reestablezca el acceso de ayuda humanitaria a la franja, el vehículo alcanzará a los niños en los puntos más aislados de Gaza.

A través de un comunicado de prensa, Peter Brune, secretario General de Cáritas Suecia, escribió: “Con el vehículo, podremos llegar a los niños que hoy no tienen acceso a la atención médica, menores heridos y desnutridos”.

“Se trata de una intervención concreta que salva vidas en un momento en el que el sistema de salud de Gaza colapsó casi por completo”, añadió, al tiempo que aseguró que “no es solo un vehículo”. “Es un mensaje de que el mundo no se ha olvidado de los niños de Gaza”, destacó.

El papa Francisco donó u$s200.000 para ayudar a los presos

Otro de sus últimos gestos antes de morir fue la donación de sus “últimas posesiones” para ayudar a los presos, informó días después de su fallecimiento el obispo Benoni Ambarus, responsable de la oficina de pastoral carcelaria y de asuntos caritativos en Roma.

“Les donó 200.000 euros de su cuenta personal“, declaró Ambarus a medios italianos.

Detalló que el dinero fue destinado a una fábrica de pasta ubicada en el centro penitenciario para menores de Casal del Marmo, en Roma.

“Le comenté que teníamos una hipoteca considerable sobre esta fábrica y que, si lográbamos saldarla, podríamos reducir el precio de la pasta, vender más y emplear a más jóvenes”, explicó.