
Un violento robo a la familia de Nahuel Molina Lucero ocurrió este lunes por la noche en la casa de su suegro, ubicada en el partido de Lanús, mientras la familia se encontraba cenando. El jugador del Atlético de Madrid y campeón del mundo en Qatar 2022 no se encontraba presente, pero varios de sus allegados fueron víctimas de una entradera con armas de fuego.
El hecho sucedió a las 20:40 cuando cuatro delincuentes irrumpieron en la vivienda tras forzar la puerta principal. Una cámara de seguridad captó el momento en que los ocupantes levantan las manos al ver a los intrusos ingresar armados. Los ladrones los redujeron, los amenazaron a punta de pistola y exigieron dinero que, según creían, la familia tenía guardado.
Mientras robaban elementos de valor (aún no especificados), un quinto cómplice los esperaba afuera en una camioneta. Sin embargo, el vehículo fue detectado por la Policía de civil que patrullaba la zona, ya que era buscado por haber sido robado semanas atrás. Al sonar la alarma vecinal, los delincuentes intentaron escapar por la calle Eva Perón, pero tres de ellos fueron capturados.
El violento robo a la familia de Nahuel Molina Lucero quedó registrado por las cámaras de la casa y también fue grabado por una vecina que notó lo que ocurría y filmó la fuga. Hasta el momento, los protagonistas del hecho no hicieron declaraciones públicas.
“Me pegaban con una barreta y amenazaban con matar a mis hijos”: el dramático relato del suegro de Nahuel Molina
Luego del violento episodio, Claudio, suegro de Nahuel Molina, brindó un estremecedor testimonio: “Me decían que, si no les daba plata, iban a matar a uno de mis hijos. Me pegaron con una barreta y me pusieron un revólver en la cabeza”.
La víctima relató que los ladrones ingresaron tras cortar la reja con una tijera hidráulica y que estaban en constante comunicación con una mujer por handy y un cómplice desde un iPhone blanco. A pesar de que les mostró que no tenía dinero y les abrió la caja fuerte, comenzó a ser agredido físicamente.
Claudio también recordó el momento de mayor pánico: cuando los delincuentes, al intentar huir y notar la presencia policial, regresaron a la casa. “Pensé que iban a creer que yo llamé a la Policía. Estaba entregado, mi mayor miedo fue cuando empezó el tiroteo y tres de ellos volvieron a entrar”, cerró.
El caso sigue en investigación y las cámaras de seguridad tanto de la vivienda como del barrio ya fueron incorporadas como prueba en la causa.