
El gobierno del Reino Unido decidió este viernes avanzar con las sanciones más severas de su historia contra agentes de inteligencia de Rusia, con el objetivo de exponer las redes clandestinas que operan bajo órdenes directas del Kremlin. La medida afectó a 18 espías y a tres unidades del GRU, acusadas de realizar acciones desestabilizadoras a nivel internacional.
Entre los sancionados figuran Ivan Sergeyevich Yermakov, Aleksey Viktorovich Lukashev y la Unidad GRU 26165, quienes fueron identificados como responsables del ataque cibernético contra los correos electrónicos de Yulia Skripal, previo al intento de envenenamiento con Novichok que afectó a ella y a su padre, el exespía Sergei Skripal, en Salisbury.
Según afirmaron, los agentes rusos operaron bajo identidades falsas, incluso haciéndose pasar por mujeres. Además, la investigación demostró que en 2013 habrían introducido el software malicioso X-agent, que luego fue utilizado en los eventos previos al intento de asesinato perpetrado en 2018.
Un mensaje del gobierno de Reino Unido
El secretario de Exteriores, David Lammy, justificó la medida y explicó que el Reino Unido “se está fortaleciendo ante las amenazas y la agresión híbrida de Putin”.
Además, advirtió: “Los espías del GRU llevan adelante una campaña para desestabilizar a Europa, socavar la soberanía de Ucrania y amenazar la seguridad de los ciudadanos británicos”.
“El Kremlin no debe tener dudas: vemos lo que intentan hacer en la sombra y no lo toleraremos. Por eso, actuamos con sanciones contra los espías rusos”, manifestó.
En esa línea, Lammy agregó: “Proteger al Reino Unido de daños es parte fundamental del plan de este gobierno”.
Los vínculos de los espías rusos con ataques bélicos y cibernéticos
Entre los involucrados se encuentran agentes implicados en el bombardeo del Teatro de Mariúpol, ocurrido el 16 de marzo de 2022, donde murieron centenares de civiles, incluidos niños.
También figuran responsables de ataques informáticos dirigidos contra instituciones británicas, organismos ucranianos y países europeos, entre ellos el hackeo de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Los servicios de inteligencia rusos, según se detalló, apuntaron contra medios de comunicación, operadores de telecomunicaciones, infraestructura energética e incluso entidades políticas en territorio británico.
Otras sanciones por desinformación
Además de los agentes del GRU, el Reino Unido impuso sanciones a tres líderes vinculados con la denominada “African Initiative”, una red de desinformación creada por el Kremlin.
Esta estructura, indicaron desde Londres, buscó diseminar teorías conspirativas, debilitar campañas sanitarias globales y reforzar los objetivos geopolíticos rusos.
En ese marco, Lammy sostuvo: “Estas no son acciones aisladas. Son parte de una campaña más amplia del GRU para desestabilizar Europa, minar la soberanía ucraniana y amenazar la seguridad británica”.
Las sanciones a los implicados
Con esta decisión, el gobierno del Reino Unido estableció limitaciones financieras y restricciones migratorias para los espías rusos y los funcionarios vinculados al GRU, como parte de su estrategia para enfrentar la amenaza que representan las operaciones encubiertas del Kremlin en suelo europeo.
Estas acciones se inscriben dentro de un endurecimiento de la política exterior británica y marcan un nuevo capítulo en el conflicto diplomático entre Londres y Moscú, en un contexto de tensión creciente por la guerra en Ucrania y las maniobras de desestabilización promovidas desde Rusia.