
El campeonato argentino entra en su tramo final y, mientras arriba algunos equipos sueñan con el título o con la clasificación a los playoffs, abajo la pelea por la permanencia se convirtió en una auténtica montaña rusa. A tres fechas del final, siete equipos están comprometidos con el descenso y cada punto puede cambiar por completo el destino de una institución.
La historia reciente del fútbol argentino mostró que ningún gigante está exento del drama. River e Independiente ya vivieron en carne propia lo impensado, y lejos de naturalizarlo, la categoría sigue siendo terreno de angustia y tensión.
Dos descensos, dos caminos
El sistema, tan particular como nuestro fútbol, establece dos descensos: uno por tabla anual y otro por promedios. Si un mismo equipo quedara último en ambas, desciende el anteúltimo de la tabla anual. Así de imprevisible es la ecuación.
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En la tabla anual, el último lugar lo ocupa Aldosivi, con 24 puntos. El Tiburón no depende de sí mismo y necesita ganar los tres partidos que le restan para mantener una mínima esperanza. Su calendario no es sencillo: recibe a Independiente Rivadavia, visita a Banfield y cierra contra San Martín de San Juan, en lo que podría ser una final anticipada por la permanencia.
Precisamente, San Martín de San Juan (26 puntos) viene en alza tras sus triunfos ante San Lorenzo e Independiente, y depende de sí mismo. Su recorrido será durísimo: visita a Godoy Cruz en el clásico cuyano, recibe a Lanús y termina enfrentando a Aldosivi. Todo puede definirse en ese último cruce.
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Godoy Cruz, entre la urgencia y la incertidumbre
El Tomba, con nuevo entrenador —el “Turco” Asad—, también está en la cuerda floja. Suma 27 puntos, los mismos que Talleres, y su fixture tiene aroma a drama: clásico con San Martín, visita a Atlético Tucumán y cierre ante Riestra, un rival que podría llegar clasificado y sin presiones, un detalle que puede influir.
Talleres, del título al susto
Uno de los casos más llamativos es el de Talleres, que este mismo año ganó un título y hoy pelea por no descender. Con 27 puntos, enfrenta a Vélez y Platense, y cierra nada menos que con Instituto, en un clásico cordobés que podría mandar a uno de los dos a la B. El contraste entre la euforia y la preocupación marca la irregularidad del fútbol argentino.
Gimnasia y un cierre complejo
Con 29 puntos, Gimnasia también camina por la cornisa. Le toca visitar a River, recibir a Vélez y cerrar contra Platense. Los dos primeros compromisos parecen casi imposibles, y su “partido salvador” podría ser el último. Sin embargo, el Lobo llega golpeado, con técnico interino y un plantel joven que deberá mostrar temple en el peor momento.
Newell’s y Sarmiento, con distintas urgencias
En Newell’s, el clima está enrarecido. Con 30 puntos, la llegada de Lucas Bernardi al banco busca enderezar el rumbo tras la salida del “Ogro” Fabbiani. La Lepra enfrenta a Unión, Huracán y Racing, y necesita al menos una victoria para no depender de otros.
Por último, Sarmiento de Junín (50 puntos en promedios) parece algo más aliviado, pero todavía no puede relajarse. Le restan 45 minutos ante Rosario Central, además de jugar contra Platense, Instituto y San Lorenzo. Su experiencia en estas batallas podría ser clave para sostener la categoría.