El Gobierno le va a decir hoy a las provincias reunidas en el Consejo Federal de Energía que tienen que hacerse cargo de parte del esfuerzo para mantener la tarifa social como se la conoce y resignar impuestos que cobran sobre el consumo de energía.
El encargado será el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien encarará una negociación con las provincias para que acepten colaborar con el financiamiento de una demora en la reducción de subsidios a la a la energía, por ejemplo, con la baja de la carga impositiva de los tres niveles de Gobierno que llevan encima las boletas de luz y gas. Esperan que asuman al menos la mitad del costo.
Como publica hoy Ámbito Financiero, habrá incentivos para las provincias. Tendrán ayuda financiera aquellas que el Gobierno entienda que están cumpliendo con la pauta de reducción de tributos que se acordó en el consenso fiscal (sobre todo baja de Ingresos Brutos), que también implica las tasas que cobran sobre energía.
La negociación con las provincias busca repartir el costo político del último aumento de la tarifa del gas que generó un fuerte rechazo en diversos sectores. La semana pasada, tras una cumbre de socios de Cambiemos en Casa Rosada, el Gobierno decidió no dar marcha atrás con los incrementos y en cambio habilitar el pago en cuotas de las facturas del invierno durante el verano.