La carta, enviada a siete grandes empresas petroleras, fue la advertencia más directa de Biden en su campaña por culpar al sector del aumento de la inflación, un talón de Aquiles para el Gobierno demócrata en un año en que enfrentará cruciales elecciones legislativas.

En medio de la peor crisis energética desde los años 70, el precio medio de los combustibles en Estados Unidos es ahora de 5 dólares por galón (3,78 litros), frente a los 3 dólares de hace un año, lo que representa un aumento del 60%. En los 12 meses previos a mayo, ese ítem tuvo -más allá de los combustibles líquidos- un incremento total del 39,6%, clave para que la inflación interanual trepara al 8,6%, un máximo desde diciembre de 1981.

Los costos crecientes para las familias se están expresando en una retracción del consumo que en mayo fue del 0,3%. Esto, sumado a las previsiones sobre un incremento de tasas de interés más agresivo por parte de la Reserva Federal, lleva a los analistas a proyectar una recesión. Así, la aprobación a Biden cayó en las encuestas por debajo del 40%.

Severidad

“Los márgenes de beneficio de las refinerías, muy por encima de lo normal y que se trasladan directamente a las familias estadounidenses, no son aceptables”, escribió Biden en la carta dirigida a los ejecutivos de Shell, Marathon Petroleum, Valero Energy, ExxonMobil, Phillips 66, Chevron y BP.

Dijo que la economía se encuentra en “tiempos de guerra”, en referencia a las consecuencias mundiales de la invasión rusa de Ucrania y las posteriores sanciones contra Rusia, una potencia energética.

“Mi administración está preparada para utilizar todas las herramientas razonables y apropiadas del Gobierno federal y las autoridades de emergencia para aumentar la capacidad y la producción de las refinerías en el corto plazo y para asegurar que cada región de este país esté adecuadamente abastecida”, dijo Biden. Con todo, no detalló qué tipo de acciones podría tomar.

El presidente pide en la carta a las empresas “una explicación de cualquier reducción de su capacidad de refinación desde 2020 y cualquier idea concreta que aborde los problemas inmediatos de inventarios, precios y capacidad de refinamiento en los próximos meses, incluyendo medidas de transporte para llevar el producto refinado al mercado”.

“La crisis a la que se enfrentan las familias merece una acción inmediata. Sus empresas deben trabajar con mi administración para presentar soluciones concretas”, escribió.

Precedentes

La advertencia presidencial coincide con un proyecto de ley del presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, Ron Wyden, que apunta a cobrar un impuesto adicional del 21% a las ganancias de las empresas petroleras consideradas excesivas.

El plan impone dicha alícuota a los “beneficios excesivos” de las empresas petroleras y de gas con más de 1.000 millones de dólares de ingresos anuales, dijo un colaborador del senador demócrata.

El impuesto del 21% se sumaría a cualquier gravamen ordinario sobre las ganancias. Los beneficios superiores al 10% se considerarían excesivos según el proyecto de ley.

A diferencia de otras propuestas de impuestos sobre los beneficios extraordinarios, el proyecto de Wyden aplicaría el impuesto en función de los márgenes de beneficio, no de los precios del petróleo.

Londres

La idea no es privativa del Congreso de los Estados Unidos. El Gobierno de Boris Johnson introdujo a fines de mayo un impuesto temporal del 25% a las ganancias de las empresas de petróleo y gas para financiar un paquete de subsidios, en particular a las tarifas domiciliarias de electricidad, para que las familias hagan frente a la inflación.

“La gente enfrenta desafíos con el costo de vida y por eso brindaremos más apoyo para ayudarla a afrontar el aumento de las facturas de energía. Eso es correcto que las empresas que obtienen ganancias extraordinarias debido a los precios internacionales récord del petróleo y el gas contribuyan a ello”, dijo entonces el ministro de Finanzas británico Rishi Sunak.

El gravamen “será temporal y, si los precios del petróleo y el gas vuelven a un nivel históricamente más normal, se eliminará gradualmente”, explicó.