Así lo informó este miércoles el capitán Jason Neubauer, a la cabeza de la investigación de los guardacostas estadounidenses, según quien dichos restos, y los de la nave, serán analizados, lo que podría aportar “elementos cruciales para entender la causa de esta tragedia”.
“Queda mucho trabajo por hacer para comprender los factores que provocaron la catastrófica pérdida del Titán y ayudar a garantizar que no se repita nunca una tragedia como ésta”, concluyó Neubauer.
Los restos del Titán, hallados en el lecho marino a unos 500 metros del pecio del Titanic y a casi 4.000 metros de profundidad, fueron llevados hoy a tierra, a St. John’s (Terranova, este de Canadá), informó la agencia AFP.
Los equipos que trabajaron en el rescate de los restos tardaron casi una semana en encontrar las piezas del submarino de OceanGate por la gran profundidad a la que se encontraban. Los escombros, incluido el cono de la cola, se encontraron a alrededor de 500 metros de la proa del Titanic el 22 de junio, cuatro días después del lanzamiento de la expedición turística en la que murieron sus cinco pasajeros.
En tanto, un buque de los guardacostas estadounidenses trasladará otros restos en su poder a un puerto de Estados Unidos, donde serán analizados por los investigadores.
Tanto las autoridades estadounidenses como canadienses abrieron sendas investigaciones para determinar la causa de la implosión.
La Guardia Costera de Estados Unidos está dirigiendo una investigación sobre el incidente. La Junta Nacional de Seguridad del Transporte confirmó que “contribuirá” con las tareas para recuperar más material.
Además, la Real Policía Montada de Canadá dijo durante el fin de semana que están “examinando las circunstancias” de las muertes a bordo del Titán y que iniciarán una investigación completa si “las circunstancias indican que las leyes penales, federales o provinciales pueden haber sido violadas“.
Los medios de comunicación canadienses mostraron trozos de lo que parecía la proa y el casco del sumergible.
Uno de los directivos de la empresa Pelagic Research Services, que había desplegado su robot submarino teledirigido (ROV) para explorar el fondo del Atlántico, confirmó que había completado sus operaciones.
“Hemos terminado nuestra parte en el mar”, declaró Jeff Mahoney.
Añadió que la búsqueda y recuperación de los restos fue “una operación extremadamente arriesgada”, según informó la agencia de noticias AFP.
Qué ocurrió con el sumergible Titán
El Titán, un pequeño sumergible de unos 6,5 metros de eslora operado por una empresa privada, se sumergió el 18 de junio para observar los restos del Titanic y debía subir a la superficie al cabo de siete horas, pero perdió contacto cuando aún no habían transcurrido dos.
Entonces se puso en marcha una operación de rescate para intentar salvar a los pasajeros del sumergible que supuestamente tenía reservas de aire para unos cuatro días.
Pero los equipos constataron que la nave sufrió una “implosión catastrófica” en la que murieron en el acto los cinco hombres: Stockton Rush, Shahzada Dawood, su hijo Suleman Dawood, Hamish Harding y Paul-Henri Nargeolet estaban dentro del submarino que emprendió el viaje, según OceanGate, la compañía que operaba el sumergible.
Durante el operativo de rescate, se encontró un campo de escombros en el lecho marino, a unos 500 metros de la proa de los restos del transatlántico británico Titanic -accidentado y hundido en 1912-, que están a casi cuatro kilómetros por debajo de la superficie del océano y a 650 kilómetros de la costa de la provincia de Terranova, en Canadá.
Tras la desaparición del Titán se ha criticado a la empresa Oceangate Expeditions por presuntas negligencias en el diseño de la nave.
Un exdirectivo de la compañía puso en duda la seguridad del aparato, que supuestamente no reunía las condiciones para soportar una profundidad tan extrema.