21 de julio 2023 – 14:02

La moneda estadounidense cayó nuevamente a la franja de los $37 y la política monetaria parece no ser suficiente para revertir una gran problemática del país.

El dólar en Uruguay volvió a caer a la franja de los $37.
Foto: Pixabay

El dólar en Uruguay no logra levantar cabeza incluso tras varias jornadas de aparente recuperación tras el anuncio del recorte de las tasas de interés por parte del Banco Central: tras 15 días en la franja de los 38 pesos, al cierre de la jornada de ayer volvió a caer por debajo de esta marca que se mantenía estable durante julio.

El valor del dólar cayó un 0,24% en relación con la jornada del miércoles y cerró en 37,909 pesos, según la cotización del Banco Central del Uruguay (BCU). De esta forma, no solo sumó su segunda jornada consecutiva a la baja, sino que, además, regresó a la franja de los 37 pesos, algo que no ocurría desde el 5 de julio.

El dato, si bien todavía no es determinante —sobre todo porque, en lo que va del mes, la divisa estadounidense acumula un saldo positivo del 1,33%—, encienda las alarmas luego de lo que fue un mes de pésimo desempeño en el tipo de cambio, con junio alcanzando récords negativos de depreciación y extrema alarma en los sectores exportadores por la constante pérdida de competitividad.

Mayormente, porque la baja ocurre luego de una breve “primavera” en el tipo de cambio tras el recorte de las tasas del BCU, lo que pareciera dar cuenta de que esta herramienta para influir en el tipo de cambio —si bien no es su único objetivo—, está lejos de ser la solución para una problemática que afecta fuertemente a la economía del país.

La política monetaria no alcanza

A pesar del leve optimismo que comenzó a aparecer tras el recorte de la Tasa de Política Monetaria (TPM), el dólar no logró repuntar ni siquiera la mitad de su valor perdido en junio. Y la esperanza de que la política monetaria fuera la respuesta —sentimiento acompañado por el fuerte reclamo de los sectores más afectados por el atraso cambiario y la pérdida de competitividad— se fue diluyendo junto con una tendencia no llegó a ser estrictamente alcista.

Al respecto, la investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Deborah Eilender, consideró que el hecho de que el IPC se ubique en el 5,98% interanual “da margen” a una nueva reducción en la TPM, pero que “a veces se sobredimensiona” su impacto en una posible corrección de la desviación del tipo de cambio real.

Según Eilender, existen “argumentos internos y del contexto internacional” para que el dólar no logre rehabilitarse en 2023. “Podría subir algo el tipo de cambio, pero en Uruguay viene cayendo como en toda América Latina y en muchas economías emergentes. Se sigue la tendencia global y es difícil que pueda ir a contramarea de lo que está pasando”, analizó.

La economista admitió que la TPM “tiene un efecto y no hay que quitarlo”, pero cuestionó que “a veces se le pone mucho énfasis”. Por eso, enumeró otros factores, como “la inversión directa, que está en máximos históricos”, así como las exportaciones.