Asunción – Santiago Peña asumió ayer la presidencia de Paraguay y prometió que el país resurgirá como “un gigante” durante su mandato, al tiempo que, rodeado de gobernantes de América Latina, subrayó que la región está llamada a ser “protagonista” por contar con los recursos que el mundo necesita.

“El éxito es lograr que todos los paraguayos estén mejor y que el mundo sea testigo del resurgir de un gigante…”, dijo el conservador Peña, de 44 años y economista de formación (ver nota aparte), en su discurso de investidura en Asunción.

Agregó que se propone “convertir a Paraguay en centro de la integración latinoamericana”, en palabras que pronunció frente a los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Uruguay, Luis Lacalle Pou; Bolivia, Luis Arce; y Chile, Gabriel Boric.

Por España, concurrió el rey Felipe VI. Por Estados Unidos estuvieron la secretaria del Departamento del Interior, Deb Haaland, y la congresista Norma Torres. Además, asistió el embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Mora.

Paraguay, importante productor mundial de alimentos, pero sin salida al mar, integra el Mercosur junto a Argentina, Brasil y Uruguay.

Comercio

Sobre el acuerdo de libre comercio entre ese bloque y la Unión Europea (UE), destacó que Paraguay seguirá negociando con Bruselas, pero sin comprometer su “soberanía, territorio valores o cultura”.

Asimismo, desde la explanada del Palacio de López, la sede de la Presidencia, se refirió a los desafíos del escenario mundial, sobre todo a la guerra en Ucrania, y alertó que la región cuenta con los principales recursos que el mundo reclama.

“A nivel internacional, tres desafíos globales generan tensiones geopolíticas: acceso al agua, seguridad alimentaria y suficiencia energética. Al ser Paraguay una potencia en esos tres grandes temas, estamos llamados a ser protagonistas en el concierto de las naciones”, afirmó Peña.

Al referirse a la guerra en Ucrania, Peña subrayó que si bien Paraguay mantiene vínculos con Rusia, no puede permanecer indiferente “ante la agresión bélica que sufre el pueblo ucraniano, con consecuencias terribles para el desarrollo humano”.

En su juramento frente al presidente del Congreso, Silvio Ovelar, celebró “la victoria de la libertad y la democracia”.

“A los que me han apoyado, a los que han elegido una opción diferente y a mis contendores ocasionales, les digo que cuento con cada uno de ustedes para contribuir en la construcción de consensos para el bien común”, agregó el mandatario.

Peña, el presidente más joven que ha tenido Paraguay en la era democrática, pertenece al derechista Partido Colorado, que ha gobernado el país desde los años cincuenta de manera casi ininterrumpida, con la sola excepción del mandato del izquierdista Fernando Lugo (2008-2012). Dentro de este, es referente de la facción liberal que responde al exmandatario Horacio Cartes.

El nuevo presidente sucede al también colorado Mario Abdo Benítez, enfrentado a Cartes en la interna partidaria.

En el acto estuvo presente el vicepresidente de Taiwán, William Lai, favorito a ganar las elecciones presidenciales del año próximo.

Paraguay es el único país sudamericano que mantiene lazos diplomáticos con Taiwán y no con China, que considera que la isla de Gobierno autónomo es parte de su territorio. A mediados de julio, Peña visitó Taiwán como ratificación de la importancia que tendrá ese vínculo durante su Gobierno.

Objetivos

En su discurso, prometió políticas favorables a las empresas centradas en la creación de empleo, impuestos bajos y la atracción de inversión extranjera para ayudar a la recuperación de la economía tras la pandemia de covid-19 y una sequía que el año pasado redujo a más de la mitad la cosecha de soja.

En su discurso, Peña dijo que trabajará para combatir la corrupción en las instituciones del Estado, luchar contra la pobreza que alcanza a casi un 25% de la población y mejorar la educación, la salud y la seguridad. “Es hora de un pacto para alcanzar la calidad de vida que se merecen las familias paraguayas”, señaló. “La paciencia y la tolerancia se agotan ante el hartazgo de los ciudadanos que ven a sus líderes pelearse mientras faltan útiles en las escuelas, medicamentos en los hospitales y seguridad en las calles”.

Peña tendrá también como desafío las relaciones con Estados Unidos tras las denuncias contra su mentor político, el expresidente Cartes, al que recordó con gratitud en el comienzo de su discurso. Peña fue ministro de Hacienda de Cartes antes de iniciar la carrera política que lo llevó a la primera magistratura.