El olor del gas licuado de petróleo o supergás será diferente durante los próximos meses en Uruguay, según informó la Administración Nacional de Combustible, Alcohol y Portland (Ancap), a raíz de las tareas de mantenimiento que se lleva a cabo en la refinería de La Teja.
La parada de mantenimiento en la refinería tiene todo tipo de consecuencias: las esperadas, tales y como la necesidad de importar combustible para abastecer el mercado interno mientras dure el mantenimiento; las polémicas, como todo lo que tiene que ver con el conflicto sindical en torno al negocio del portland —que repercute en las medidas de fuerza que lleva a cabo el gremio y que puede extender las operaciones en La Teja, así como los gastos y pérdidas—; y las curiosas.
En este último grupo se encuentra el hecho de que el olor del supergás será diferente al habitual.
Esto se debe a que el olor del gas se hace en la refinería gracias a energéticos importados por Ancap. Allí pasa por un proceso de odorización donde se le atribuye el aroma perceptible con el objetivo de que sea detectado fácilmente en caso de fugas.
De este proceso resulta un olor diferente al olor característico del supergás. Sin embargo, en tanto el proceso se llevará a cabo en otro espacio, el aroma también será distinto mientras dure la parada de mantenimiento en La Teja, tal y como advirtió Ancap a través de un comunicado.
La medida abarca a todo el supergás que es producido por la petrolera estatal y distribuido por las empresas autorizadas en el país como Acodike, Ducsa, Megal y Riogas.
Sigue el conflicto con el sindicato
La semana pasada, tras la asamblea representativa de Fancap, el sindicato resolvió extender —al menos parcialmente— la bandera blanca en lo que es el conflicto en torno al negocio del portland que lleva varios meses; y propuso volver a sentarse en la mesa de negociación con la condición previa de levantar todas las medidas desde ambas partes: tanto las de fuerza llevadas a cabo por el gremio como las sanciones impuestas por el directorio.
Como respuesta, Ancap emitió un comunicado tras una reunión con la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), en el que señalan que, en primer lugar, la empresa estatal “no recibió comunicación” por los canales pertinentes sobre “disposiciones resueltas en la asamblea general” de Fancap; y que, por otra parte, “no es de recibo” aceptar la propuesta de “dejar en suspenso todas las medidas implementadas por ambas partes mientras dure el ámbito de negociación”, en tanto el sindicato “omite describir a qué medidas de Ancap se refiere”.
“La Administración ha tomado resoluciones legítimas y fundadas, basadas en criterios de buena administración que no corresponde tratar en ámbitos de negociación con Fancap”, sostiene el comunicado, y agrega que la empresa pública entiende que “no están dadas las condiciones para volver a abrir el ámbito tripartito abandonado por Fancap mientras se mantengan medidas sindicales atípicas, paros sorpresivos, corte de horas extra, imposibilidad de organizar las guardias en régimen de turnos y cualquier otra distorsión que afecte el derecho al trabajo”.