La sequía histórica, la debilidad del tipo de cambio y la caída en el precio de las commodities marcaron un año “complejo” para las cooperativas agrarias de Uruguay, según explicó el presidente de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), Pablo Perdomo.

El 2023 podría ser un año para el olvido de los sectores agropecuarios, pero quedará marcado en la historia como aquel que fue escenario de la peor sequía del último siglo en Uruguay. Por supuesto, las cooperativas agrarias también se vieron afectadas por esta situación, a la que se sumó un contexto internacional poco favorable para los negocios y un problema de pérdida de competitividad a nivel local que debilitó aún más al sector.

En ese sentido, el año “comenzó con un tercer año de seca consecutiva en las primaveras y unos rendimientos de los cultivos agrícolas y frutihortícolas muy malos”, explicó Perdomo en diálogo con Radio Monte Carlo. “Posteriormente, se ahondó con un tema de precios: las commodities bajaron mucho, la carne bajó más del 25%; los granos, en algunos casos se mantuvo, en otros bajó; la lechería un poco se mantuvo”, agregó.

Pero hubo un factor que fue común a todo el año y que también afectó considerablemente los rendimientos del sector agropecuario en general, y de las cooperativas en particular: el tipo de cambio, que durante el 2023 cayó en un 2,62% —sumado a la devaluación previa del dólar del 10,35% en 2022. “Para un país agroexportador como es Uruguay, entendemos que el tipo de cambio sigue ahondando el problema, y las cooperativas también tenemos el problema de que el servicio que brindamos ha bajado mucho”, consideró el presidente de la CAF.

Al respecto, Perdomo señaló que hay cooperativas que, durante el 2023, ingresaron solo el 25% de los granos previstos. “Por lo tanto, y aún manteniendo los puestos de trabajo y todos los costos que tiene mantener una cooperativa funcionando, esto repercute cuando uno pasa la raya”, sostuvo.

Empleo y financiamiento

Sobre este punto, Perdomo destacó dos cuestiones particulares. Por un lado, que a pesar del estado de crisis muy importante que vivió el sector durante el año pasado, “las cooperativas no mandamos gente al seguro de paro”.

“Hoy las cooperativas están funcionando, somos empresas que a pesar de la crisis no nos retiramos, nos mantenemos. Ese es el diferencial con otro tipo de empresas: somos una herramienta que nos mantenemos en territorio, mantenemos nuestros servicios y la mano de obra”, aseguró el presidente de la CAF.

Otro punto destacado por el directivo fue la rápida respuesta del Banco República (BROU) a la crisis que estaba viviendo el sector en “un año bastante complicado”. “Tempranamente agarró el toro por la guampas y salió a dialogar con las cooperativas, con los productores para la posibilidad de financiamiento que era imprescindible para que el productor pudiera otra vez invertir en la tierra, pudiera sembrar, producir y pagar las deudas”, reconoció.

Por otra parte, Perdomo cuestionó algunos temas pendientes para las cooperativas en términos de normativas. Entre ellas, “la posibilidad de conocer el acto cooperativo entre las cooperativas agrarias y el productor, y también el tema de la Ley de Inversiones, que en la Comap no calificamos, no estamos contemplados”.